Según sus familiares, esa noche el efectivo había subido hasta su departamento con el pescado que había comprado para Semana Santa. Pero el olvido de comprar aceite y un ruido que escuchó afuera, lo hicieron volver a la calle, ya pensando en que podrían estar por robarle el auto.
Llamó a la Policía y, al salir, se topó con tres sujetos que se descolgaban de un árbol (allí estaban robando cables), escuchó decir ‘quemalo, quemalo’. Y vio a uno de los tres abalanzarse sobre él con un cuchillo (esa arma fue secuestrado) y fue ahí que disparó.
No supo que lo había baleado porque el delincuente corrió y lo persiguió varios metros, hasta que se desplomó. Volvió a llamar a la Policía, a sus jefes y le puso las manos hacia atrás a ese sujeto, que ya nunca volvería a levantarse.
La defensa del gendarme siempre sostuvo que solo cumplió su deber ante una agresión ilegítima del ladrón.
Ese sujeto era Marcelo Alejandro Flores, tenía 31 años, le decían ‘Pericle’ y tenía numerosas caídas en la Policía. Su propia familia reconoció que no tenía domicilio fijo, que era adicto a las drogas y que robaba para comprar estupefacientes. En su familia, otros tres hermanos de ‘Pericle’ también habían sido asesinados en ajuste de cuentas, según los medios rosarinos.
Desde ese momento comenzó un amargo peregrinar para Cortez y su familia. Porque sigue preso a pesar de que sus parientes y su Defensa están convencidos de que su accionar estuvo justificado o, a lo sumo, representó un exceso en su legítima defensa.
‘Hay testigos, cámaras de seguridad y otras pruebas que refuerzan nuestra posición de que Fabricio solo se defendió de una agresión ilegítima’, dijo el abogado Varela.
En diciembre de 2023, Cortez había decidido con su esposa que ella volviera a Jáchal con sus dos hijos, por seguridad. Mientras, el gestionaría su traslado a San Juan para estar cerca de los suyos, especialmente de su papá que tiene 77 años y está enfermo. Sin embargo, cuatro meses después todo cambió con la muerte de Flores, pero su familia no pierde la esperanza de verlo salir airoso de la complicada causa.