En el lugar encontraron restos de un caballo recién faenado, cortes de carne en baldes y utensilios oxidados cubiertos de sangre. El olor nauseabundo y la suciedad del ambiente confirmaban que el sitio no contaba con ningún tipo de habilitación ni control bromatológico.
El operativo y la detención
El procedimiento se concretó alrededor de las 8:20 de la mañana del martes. Participaron efectivos de la Brigada de la División UFI Genérica, a cargo del subcomisario Miguel Gómez, junto a personal de la Comisaría 24ª de Rawson.
La medida fue supervisada por el ayudante fiscal Usin, en presencia de testigos. El propietario del inmueble, un hombre de 62 años identificado como Vargas, fue detenido en el lugar.
Entre los elementos secuestrados se hallaron costillares, patas, piernas y distintos cortes de carne que estaban almacenados en un freezer viejo, sin refrigeración adecuada. El veterinario Gustavo Aragón, del Ministerio de Medio Ambiente, determinó en el lugar que la carne correspondía a equinos. Además, se incautaron cuchillos, una balanza manual y otros instrumentos usados en la faena clandestina.
Riesgo sanitario y circuito ilegal
Según fuentes judiciales, el lugar se encontraba en pésimas condiciones de salubridad: mercadería a la intemperie, restos de carne en descomposición y utensilios contaminados.
Todo representaba un grave riesgo para la salud pública. La fiscal Daniela Pringles, de la UFI Genérica, ordenó el secuestro de toda la mercadería, que será trasladada al Parque Faunístico de San Juan para ser utilizada como alimento para animales.
Las autoridades no descartan que el comercio formara parte de una red más amplia de faena y venta ilegal de carne, por lo que se iniciaron nuevas líneas de investigación.