Reuters
Si se toman en cuenta los datos oficiales que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), y se los analiza por trimestre, se puede evidenciar que el pico en la tasa de pobreza sucedió en el primer trimestre de este año, cuando la EPH alcanzó el 54,9% de la población y la indigencia, el 20,3% producto de las políticas de ajuste y devaluación, pero luego comenzó el paulatino descenso.
También en base a los datos del INDEC, en el segundo trimestre la pobreza alcanzó el 51% y la indigencia el 15,8%, dijo la UCA. A su vez, según proyecciones que realizó el Observatorio en función a los microdatos de la EPH, la pobreza durante el tercer trimestre estaría en el 46,8%, mientras que en octubre seguiría bajando al 44,6% (para la indigencia sería del 12,9% y 11,6%, respectivamente), niveles superiores a las cifras que calcula la UCA.
Pese a esto, aclararon que si bien "las estimaciones dan cuenta de la continuidad de esta tendencia durante el tercer trimestre de este año, todavía está en niveles superiores de 2022 y 2023". "La caída de la inflación y que no creció el desempleo", fueron dos de las causas mencionadas por Salvia en cuando a la mejora de la medición de la pobreza contra el trimestre anterior.
Pero, a pesar de estos guarismos, aún es preocupante la pobreza y la indigencia en las infancias. Actualmente dos de cada 10 niños viven en pobreza extrema, mientras que el 65,5% de los chicos entre 0 y 17 años son pobres. Quizás el dato más relevante sea que el índice no para de empeorar desde 2018.