Yáñez ratificó todo lo que presentó ayer por escrito ante la justicia y que dio más precisiones de algunos aspectos. Así se pudo precisar que ella relató tres episodios de violencia física con detalle. Inclusive, en uno de ellos aportó que Fernández la tomó del cuello para sujetarla. También dio detalles de los golpes que recibió en el ojo y en el brazo, cuyas fotos ya se conocieron y que el había enviado a María Cantero, ex secretaria de Alberto Fernández y cuyas conversaciones se conocieron por la causa de los seguros en la que el ex presidente también está siendo investigado. Según pudo saberse, la lesión en el ojo y el brazo fueron previos al escándalo de la fiesta de Olivos.
La ex primera dama también hizo mención a Federico Saavedra, ex jefe de la Unidad Médico Presidencial. Ratificó lo que dijo ayer en su escrito: que ante una de las agresiones de físicas de Fernández, Saavedra le dio globulitos de árnica y le dijo que se le iba a ir con el tiempo. Hoy agregó que Saavedra supo de otras agresiones y que no quiso preguntarle por lo que había ocurrido.
Otra ex funcionaria mencionada fue Ayelén Mazzina, ex ministra de la Mujer del gobierno de Fernández. Fabiola ratificó que en un viaje a Brasil le mostró fotos de las agresiones y un video de una mujer teniendo sexo con el entonces presidente y que le dijo que estaba en el Ministerio. Contó que días después se la volvió a cruzar y que Mazzina le preguntó si estaba mejor. Ahora Yáñez contó que en los últimos días la ex ministra le escribió por WhatsApp para decirle que ella no sabía nada. Yáñez aportará ese chat a la justicia. Lo mismo que otros documentos que dijo que tiene para acompañar.
Otro tramo de su declaración estuvo referido al aborto que ayer detalló en el escrito que presentó en la justicia. “El me decía ‘hay que resolverlo, tenés que abortar’”, contó Yáñez en su presentación.
Ratificó también que los episodios de violencia psíquica comenzaron en 2016 cuando empezaron a vivir juntos en Puerto Madero. Yáñez contó que por las agresiones físicas comenzó a consumir alcohol y marihuana. En ese contexto relató que el 2023 fue el más violento de todo. También que era controlador y que cada vez que salía Fernández la llamaba constantemente para saber donde y con quién estaba.
La fiesta de Olivos también fue parte de su declaración. Yáñez dijo que el organizador fue Fernández, inclusive fue quien mandó a comprar la torta, y que después de que se conociera el hecho la responsabilizó del fracaso de su gobierno. También relató que tuvo que pedir ayuda psiquiátrica y que se trató en el instituto INECO.
La jornada había comenzado con una disputa con la defensa de Alberto Fernández. El juez Julián Ercolini aceptó un pedido de la querella para que la abogada del ex presidente, Silvina Carreira, no pueda estar en la audiencia porque es una manera de revictimizar a la denunciante. Carreira había llegada cinco minutos antes de la declaración al quinto piso de Comodoro Py -donde está la Fiscalía- para estar presente. Ayer se le había informado de la audiencia.
Pero los secretarios de la Fiscalía le dijeron de la decisión del juez. “No es válida la declaración”, dijo Carreira en diálogo con la prensa luego de retirarse de los tribunales. “Si puede dar una entrevista extensa en televisión no la revictimiza tanto la situación”, dijo y señaló que tampoco le permitieron dejar por escrito preguntas para Yáñez. También sostuvo que ofreció no estar ante la mirada de Yáñez cuando declare y que sus preguntas las haga otra personas. Carreira aseguró que hará todas las presentaciones que correspondan, entre ellos la nulidad de la audiencia.
Ayer se conoció la primera opinión del ex presidente sobre el caso en una entrevista con el diario “El País” de España. “Yo sigo diciendo lo mismo. Estoy siendo acusado de algo que no he hecho. No he golpeado a Fabiola. Nunca he golpeado a una mujer”, sostuvo y agregó que “hay alguien que la ha incentivado” a Yáñez a presentar la denuncia en su contra.
La audiencia se concretó luego que ayer Yáñez presentara con su abogada su primer escrito de la causa en el que aportó información sobre los hechos. Contó que las agresiones eran constantes, que el maltrato psicológico y verbal comenzaron en el inicio de la pareja en 2016 y que el ex presidente la obligó a abortar su primer embarazo.
En otro tramo sostuvo que “el maltrato, el hostigamiento, el desprecio, las agresiones, los golpes eran constantes” y pidió que en la causa se investiguen los delitos de lesiones graves en contexto de violencia de género agravados por el vínculo, abuso de poder y autoridad y amenazas coactivas. Y acusó a Ayelén Mazzina, segunda ministra de la Mujer del gobierno de Fernández, de conocer los hechos de violencia y de no haber hecho nada, lo que hoy la ex funcionaria dijo que era falso.
La causa ya no está en secreto de sumario. Lo que ahora se espera es la imputación formal contra Fernández y las primeras medidas de prueba para ir en busca de elementos que ratifiquen la denuncia. También está pendiente de resolución el pedido de la defensa de Fernández para que la causa judicial pase a tramitar en la justicia federal de San Isidro.