El auge de los plazos fijos UVA, la única garantía contra la inflación, preocupa a los bancos, quienes presionan al Gobierno para restringirlos. A pesar de los esfuerzos del Banco Central por extender el plazo mínimo a 180 días, las entidades financieras buscan reducir el límite de colocación a $5 millones.
En solo un mes, los plazos fijos UVA del sector privado pasaron de $265.000 millones a $658.000 millones (al 8 de enero). Aunque representan solo el 4,89% del total, su crecimiento exponencial preocupa a las instituciones financieras.
El 28 de diciembre, el BCRA duplicó el período mínimo de permanencia de estos plazos fijos, extendiéndolo a 180 días. Mientras tanto, el sector financiero busca adaptarse a los cambios en la política monetaria, con tasas de plazos fijos tradicionales reducidas al 110% y rendimientos ajustados.
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Según el sector, encontrar instrumentos para afrontar la inflación y pagar intereses al vencimiento se vuelve cada vez más desafiante.