El Gobierno anunció nuevas medidas y comenzó el debate. En el sector importador, la aplicación generalizada del impuesto PAIS para bienes y servicios importados ya comienza a generar un run run en relación al encarecimiento de costos y el impacto en el precio final.
La medida que impacta en el sector importador es la generalización del pago del Impuesto PAIS de 25% para la compra de dólares destinados al pago de servicios en el exterior, excepto fletes, al que se le aplicará una alícuota del 7,5%. En tanto, continuarán sin cambios los recitales que ya pagan el 30%. Entre otros rubros que quedarán exentos son salud, educación, combustibles, lubricantes, bienes vinculados a la generación de energía y bienes intermedios de la canasta alimentaria.
Algo que es importante aclarar es que no se grava la importación de bienes y servicios, sino la compra de billetes para hacer esa operación. Por ende, cualquier importador que tenga sus propios dólares podrá utilizarlos sin pagar el impuesto. Además, se aplica a todos los pagos que se quieran hacer a futuro independientemente de si la importación se haya efectuado o no se haya efectuado.
Te puede interesar...
Pese a la suba de las alícuotas, desde el Gobierno afirman que las medidas no deberían tener impacto en la inflación por dos motivos. En primer lugar, porque la Secretaría de Comercio hará la trazabilidad y, en segundo lugar, porque las importaciones de las empresas alimenticias no están incluidas dentro de los sectores que sufrirán el incremento del costo del dólar. La consultora Delphos Investment sostiene que el impacto de los anuncios podría alcanzar 0,8% del PBI hasta el fin del gobierno actual.
Esteban Marzorati, ex Director de Importaciones de la Nación, opinó sobre los anuncios en diálogo con Ámbito: “El impacto que tiene es que es costo puro, es un impuesto, hay que ver los términos eventuales de una recuperación, hay que ver cómo se instrumenta, pero en principio la gran mayoría de los importadores lo va a trasladar a precio. Ese 7,5% o ese 25%, mayor o menor cuantía dependiendo de los márgenes y del tipo de rubro, y en definitiva todo este tipo de medidas lo que terminan haciendo es impactando en el consumidor final y en el precio de los bienes que consume”.
“Cuando hay una devaluación, siempre obviamente en términos reales, desalentás de algún modo las importaciones y tus exportaciones se vuelven más competitivas. Esa es una regla básica de la economía. Entonces, si vos avanzás con una devaluación, en términos de comercio exterior, vos estás tratando de resolver o de equilibrar ese asunto de la balanza comercial y la gran demanda de divisas que vos estás teniendo. La gran presión importadora que estás teniendo, es debido a que tenés un tipo de cambio muy barato”.
De acuerdo a fuentes de empresas importadoras consultadas, los nuevos anuncios tienen “gusto a poco” y no descartan que se mantenga la presión importadora pese al aumento del impuesto, debido a la brecha cambiaria.
“No pareciera tener un efecto importante sobre las importaciones, como consecuencia de ello no va a tener un efecto importante sobre el nivel de reservas y como consecuencia de ello tampoco va a tener un impacto sobre la balanza comercial. En términos, si se quiere, fiscales o recaudatorios, habrá que ver cuál es el efecto pero también parece marginal”, expresó Marzorati.
Importadores: ¿pueden conseguir los dólares en el mercado o utilizar dólares propios?
Una de las dudas recurrentes que surgió apenas se conoció la medida es si los importadores pueden recurrir al dólar financiero o hacer uso de sus propios dólares para evitar pagar el impuesto. En este sentido, Mazzoratti expresó que si bien la aplicación del 25% del Impuesto PAIS impacta en términos de costo, es “significativamente inferior” a pagar con dólares propios porque hay una brecha cambiaria de casi 100 puntos.
“El importador va a seguir declarando sus SIRAS pagando con acceso al MULC, con la promesa de acceso 60, 90, 180 días después y bueno, pagar en el momento en que le toque pagar esa importación. La otra es que pagar con dólares propios termine siendo una situación que agilice la aprobación de las SIRAS, que por ahora no está sucediendo”. Las importadoras consultadas también negaron la posibilidad de recurrir al mercado financiero y por el momento, no descartan usar dólares propios en caso de ser necesario.
Impuesto importador: ¿qué efecto tiene sobre la economía real?
Un informe reciente de Ecolatina en relación a las nuevas medidas afirma que hay dos riesgos colaterales sobre el nuevo impuesto importador.
El primero, tiene que ver con mayores presiones inflacionarias. “Aplicar un impuesto a las importaciones (aumentar el costo de reposición) significa encarecer bienes e insumos utilizados en procesos productivos o consumos finales de la economía, lo que genera un traslado a los precios internos”. En segundo lugar, menciona a aquellos importadores que tomaron una cobertura en dólar futuro o con instrumentos dóllar linked, que ajustan bajo el dólar oficial (A3500).
“Para un importador que tenía un contrato a futuro -que le brinda una especie de “seguro” ante el caso de una devaluación-, la cobertura perdería efectividad ante el súbito encarecimiento de su actividad: su cobertura seguiría siendo por el dólar oficial de $270, pero a los efectos de continuar con su actividad comercial deberá comprar los dólares entre $290 (bienes) y $340 (servicios)”.
En tanto, para Brian Torchia, Gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores, miembro de TGS Global, "realizar una acción en este sentido es efectuar una devaluación de hecho en términos prácticos que busca mitigar el impacto político de ver cómo el tipo de cambio nominal se corrige al alza ya que, si sumamos a esta medida el hecho de la existencia de dólares preferenciales para la exportación, ya termina configurándose un tipo de cambio efectivo más elevado para ambos tipos de transacción (impo/expo), al menos en términos generales".
Fuente: Ámbito