De repente, pero no tanto, avisada estaba ya Inglaterra, cuando Morten Hjulmand soltó un potente tiro desde unos 30 metros, directo a gol, inalcanzable para la estirada de Pickford.
Necesita mucho más Inglaterra, entre las expectativas que lanzan sus nombres en la convocatoria y en el once titular y las dudas que desprende cada lance hasta ahora en esta Eurocopa. Trent Alexander Arnold, como medio centro, fue el primer cambio. En su lugar entró Conor Gallagher. Tampoco funcionó Declan Rice, que es un factor esencial.
En el minuto 69, la renovación fue más profunda: fuera Foden, Saka y Kane; dentro Bowen, Ollie Watkins y Eze. Otras características, otras circunstancias.
Probó de nuevo Hojbjerg a Pickford, antes Watkins a Kasper Schmeichel, en un partido en vilo. Para Inglaterra. Y para Dinamarca. El empate entre Eslovenia y Serbia horas antes, sin embargo, les daba un margen. Más al conjunto británico, en su permanencia al frente del grupo para la última jornada, pero también era un riesgo no cerrar aún la clasificación, más aún en los decepcionantes parámetros que está jugando la selección inglesa.
Dinamarca aumentó la ofensiva, metro a metro, tiro a tiro, mientras Southgate pedía cabeza. No era sólo una cuestión de eso, sino de fútbol, intensidad, planteamiento, mecanismos colectivos... De muchos de los aspectos fundamentales que conforman un equipo, incluida la ambición, mucho más presente en el equipo danés que en un teórico favorito como Inglaterra, con Cole Palmer de nuevo infrautilizado en el banquillo.
Resumen del empate entre Inglaterra y Dinamarca