En la Casa Rosada admiten que el temario que el Presidente le encomendó a su bloque es “demasiado amplio” para debatir en menos de un mes. Sin embargo, el oficialismo apuesta a avanzar en paralelo con el Presupuesto y la reforma laboral en el Senado, donde La Libertad Avanza contará con 24 bancas propias y confía en sumar apoyos del radicalismo y senadores provinciales.
Una fuente de la mesa chica presidencial confirmó que el objetivo es que el proyecto de modernización laboral comience a debatirse en diciembre, aprovechando la presencia de los gobernadores aliados y el clima político favorable tras las elecciones.
Negociaciones con los gobernadores
En ese marco, el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli, asumió un rol clave como articulador político. En las últimas horas mantuvo reuniones con Ignacio Torres (Chubut), Raúl Jalil (Catamarca), Marcelo Orrego (San Juan) y Martín Llaryora (Córdoba), y este jueves recibirá en Casa Rosada al salteño Gustavo Sáenz.
Después, viajará a Mendoza y Neuquén para continuar las negociaciones con Alfredo Cornejo y Rolando Figueroa, respectivamente. La estrategia del Gobierno es clara: garantizar los votos antes del receso de fin de año y asegurar que los proyectos lleguen al Congreso “con los acuerdos cerrados”.
Enero sin descanso
Pese al optimismo oficial, los tiempos son ajustados. Por eso, dentro del Ejecutivo se evalúa reabrir el Congreso el 15 de enero y mantener sesiones hasta febrero, con el objetivo de avanzar en las reformas tributaria y penal, dos ejes centrales de la segunda etapa del mandato de Milei.
La reforma tributaria buscará bajar impuestos y simplificar el sistema fiscal, mientras que el nuevo Código Penal apunta a endurecer penas y eliminar la prescriptibilidad de delitos considerados “gravísimos”.
La apuesta: evitar errores de la Ley Bases
A diferencia de lo ocurrido con la Ley Bases, que enfrentó contratiempos y fuertes negociaciones, la Casa Rosada pretende que esta vez todo llegue cerrado y consensuado. Por eso, los equipos técnicos de distintas áreas del Gobierno trabajan en conjunto con asesores legislativos y referentes del sector empresario y sindical.
“El Presidente quiere arrancar la segunda etapa de su mandato con un triunfo legislativo claro”, admitió un funcionario cercano a Balcarce 50. Hasta el 10 de diciembre, las negociaciones seguirán a contrarreloj. “No hay apuro, pero tampoco margen para fallar”, resumen en el entorno presidencial.