“Moria es la que guardó los secretos de Susana, los hombres que estuvieron con ella. Pero a esta altura, ¿qué te importa? A Susana sí le importa, porque no quiere que se sepan muchas cosas de cuando estaba casada”, confiaron desde el ciclo del canal del cubo al tiempo que coincidieron en que las dos mantienen un código de silencio desde hace décadas, que la rubia temería que su excompañera de teatro pueda romperlo en pos de hacer mas picante su serie.
Fue allí que sumaron data picante de dos de las mujeres más populares del espectáculo argentino: “En los años 70, se reunían en la chacra de Carlitos Perciavalle y las divas tomaban sol en toples. Algunos galanes, como Raúl Taibo, quedaban impactados por su belleza… y no todas volvían a dormir a casa”, confiaron con picardía. Así como también nombraron a Ricardo Darín, Carlín Calvo y Arturo Puig, relacionándolos con una época álgida de pasiones y peleas en los pasillos teatrales.
Un fuerte conflicto hasta ahora desconocido habría ocurrido durante la obra Sugar, cuando una guerra de egos, celos y amores cruzados se habría desatado entre Ricardo y Arturo. “Entre Darín y Calvo la relación se quebró, y Susana estaba justo en el medio. Ahí se consolidaron cosas que nunca se contaron públicamente”, deslizó un panelista, prendiendo la mecha de un escándalo en ciernes.
Así las cosas, revelaron que la relación entre Susana y Moria pasó de la total complicidad al recelo absoluto. “Se cubrieron durante años una a la otra. Si hasta hoy no sabemos ni el diez por ciento de los hombres que pasaron por sus vidas, es porque tenían códigos. Pero esos códigos podrían romperse en cualquier momento”, aseguraron.
Por último, la gota que podría rebalsar el vaso serían algunos calificativos del guion de la ficción sobre la vida de Moria Casán para referirse a Giménez que la habrían indignado. “Susana está furiosa porque en el guion de la serie aparecen las palabras ‘tilinga’ y ‘hueca’, dos términos que Moria usa muy seguido. Y si Moria hablara, podría arruinarle la vida”, concluyeron.