Una misión no tan sencilla
Perder peso puede parecer algo relativamente sencillo, lo que es complicado es mantener esa pérdida en el tiempo. De hecho, según algunas investigaciones, menos de un 10% de los que inician una dieta pesan menos al cabo de los años y eso puede deberse a varios motivos, pero uno de los fundamentales es que conseguir mantenerse en un estado de déficit calórico, básico para eliminar grasa y perder peso, es sumamente difícil si el ejercicio no se incluye en la ecuación.
Intentar adelgazar sin incluir la actividad física entre nuestros hábitos es posible, pero no es saludable porque también se pierde masa muscular y la principal consecuencia es que lo más probable es que se acabe produciendo el temido efecto rebote, recuperemos el peso y encima esos kilos recuperados sean de grasa y no de músculo.
Diversos estudios, entre ellos uno publicado en International Journal of Obesity, afirman que la actividad física permite aumentar en un 20% la pérdida de peso mientras reduce notablemente la probabilidad de recuperarlo. Por lo tanto, la combinación de dieta y ejercicio es el enfoque más adecuado para que el proceso de adelgazamiento sea un éxito y mucho más que si se hace sólo ejercicio o sólo dieta.
La receta para perder peso
Si lo que se pretende es perder peso, lo más recomendable es seguir una alimentación saludable sin que sea excesivamente extrema y combinar el entrenamiento de cardio con el de fuerza. Una investigación publicada en BMC Public Health demuestra que combinando ambos se puede llegar a perder el doble de grasa que si se opta por uno solo de ellos.
Entonces, lo ideal es una dieta equilibrada y un entrenamiento que mejore la aptitud cardiorrespiratoria y le otorgue al músculo la importancia que merece. Si implementamos esta estrategia y logramos mantenerla en el tiempo no sólo lograremos adelgazar, también se acabará convirtiendo en un hábito y llevaremos un estilo de vida saludable.
FUENTE: TN