Psychology Today indicó que, tras su crisis de salud, Eminem comenzó a correr como estrategia para enfrentar el insomnio y los síntomas de abstinencia de opioides. En momentos críticos, llegó a correr hasta 27 kilómetros diarios, además de realizar programas de entrenamiento en casa para recuperar su fortaleza física.
El mismo músico admitió que, de alguna forma, reemplazó una adicción por otra, aunque con resultados considerablemente más saludables.
La experiencia de Eminem se alinea con la evidencia científica sobre el papel del ejercicio en la recuperación de adicciones. La adicción altera profundamente el cerebro y el cuerpo, generando síntomas persistentes tales como insomnio, antojos, depresión y ansiedad, que incrementan el riesgo de recaída.
El neurocientífico Panayotis K. Thanos, citado por la misma publicación, explicó que el ejercicio aeróbico impacta positivamente en la dopamina y sus receptores, reduciendo la búsqueda compulsiva de sustancias. Por su parte, David Baron, psiquiatra, expresó: “Si el ejercicio fuera un medicamento, sería un fármaco de gran éxito”.
En un artículo de Harvard Health Publishing se respaldó esta visión y señaló que el ejercicio contribuye a distraer de los antojos, estructura el día y fomenta vínculos sociales positivos, aspectos claves en la recuperación.
Claire Twark, psiquiatra y colaboradora de Harvard Health Publishing, destacó que muchos pacientes con trastornos por consumo de sustancias utilizan la actividad física para gestionar sus deseos de consumo y elevar su bienestar general.
Además, asociaciones como The Boston Bulldogs Running Club y The Phoenix han surgido en Estados Unidos para promover la actividad física como parte integral de los programas de rehabilitación, por lo que ofrecen apoyo comunitario a personas en recuperación.
Los beneficios concretos del ejercicio en este ámbito, según Psychology Today y Mayo Clinic, incluyen mejorar el estado de ánimo, facilitar el sueño, restablecer la sensibilidad al placer cerebral, reducir antojos y disminuir los niveles de hormonas del estrés.
La actividad física también ayuda a revertir la anhedonia, que es la incapacidad de experimentar placer, frecuente entre quienes atraviesan una adicción. Mayo Clinic agregó que la liberación de endorfinas durante el ejercicio promueve el bienestar y que la interacción social de actividades grupales favorece la salud mental.