No recordar el nombre puede preocupar a más de uno, ya que es inevitable pensar en las enfermedades que afectan a la memoria.
Es muy común que alguien se olvide el nombre de una persona. Sucede muy a menudo qué en una charla, por ejemplo, alguien quiera nombrar a alguien y sólo se produzca una laguna mental, sin saber qué significa realmente.
Cuando el nombre que se quiere decir no aparece y queda dando vueltas en la punta de la lengua, la sensación de no poder decirlo por no acordarse, suele ser frustrante.
Pero la vida cotidiana está llena de momentos que, además de la posibilidad de que una alguien se olvide del nombre de una persona, puede que no recuerde cómo se llama una calle, la clave del cajero automático, el nombre de una película, el sitio donde se comen las mejores pizzas, etc.
No recordar el nombre puede preocupar a más de uno, ya que es inevitable pensar en las enfermedades que afectan a la memoria.
Olvidarse del nombre de las personas puede sucederle a cualquier persona y los expertos señalan que está relacionado a la abundancia de información con la que se vive día a día.
Entre las principales causas que hacen que aparezcan lagunas mentales, vinculadas al estrés crónico que afecta a gran parte de la población mundial, son:
Los especialistas, que aseguran que estas causas no son buenas para la memoria, revelan que las personas recurren a trucos caseros para no olvidarse de las cosas, como anotar todo lo que va haciendo o tiene que hacer en el día o semana, desde comprar lo que va a comer sacar plata del cajero automático.
Haciendo foco en la falla de la memoria, por ejemplo cuando queremos recordar un nombre, María Roca, coordinadora científica de la Fundación Ineco, revela: “La dificultad en la evocación de una palabra en un momento determinado, es un fenómeno que se conoce como anomia en el mundo de la neurociencia. Este tipo de fallas aparecen en cualquier etapa de la vida. La buena noticia es que no hay que alarmarse”.
