En 2020 el planeta sufrió la pandemia del Covid-19, la cual aún sigue. Según los datos brindados por el Statista, alrededor de 6,3 millones de personas fallecieron a escala mundial hasta el 12 de junio del 2022. Gracias a las vacunas administradas, los decesos disminuyeron considerablemente.
Pero no importa si la humanidad logra soportar otra pandemia o una posible catástrofe mundial provocada por una guerra nuclear entre las grandes potencias, ya que a las personas les espera un fin inevitable por culpa del Sol.
La estrella más brillante del sistema solar, como cualquier otro astro, tiene fecha de extinción. Según un informe de la NASA, cada estrella cuenta con un periodo de vida determinado por distintas fases.
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El Sol se encuentra en este momento en su fase de secuencia principal, donde la actividad fundamental que desarrolla su núcleo es transformar el hidrógeno en helio y así producir energía que se expresa en brillo y calor.
Según los datos administrados por la sonda espacial Gaia que está bajo la administración de la Agencia Espacial Europea (ESA) para una estrella como el Sol esta etapa dura entre 10.000 y 11 millones de años aproximadamente.
Al considerar que nuestro sistema solar tiene 4.500 millones de años, el Sol se ubicaría en la mitad de su fase de secuencia y al terminar este proceso pasaría a ser solo una gran bola roja. En esta etapa, su hidrógeno se habrá agotado y su temperatura y tamaño habrán aumentado de manera suficiente como para absorber los planetas que tenga a su alrededor.
¿CUÁL ES LA FECHA DEFINITIVA DE LA DESTRUCCIÓN DE LA TIERRA?
Desde el momento en que el astro más brillante de nuestro sistema solar entró en fase de secuencia principal su brillo y calor aumentó considerablemente. El avance de esta faceta hará que en un punto la tierra se ubique en una zona inhabitable, ya que el agua se evaporará por las altas temperaturas.
La astrofísica e investigadora de la Universidad de Sussex, Jilian Scudder, en un artículo publicado en The Conversation, asegura que eso ocurrirá en 1000 millones de años aproximadamente. Llegado a este punto, el sol habrá aumentado un 10% en relación a su estado actual y el calor que emane será letal para toda la especie humana.
Cuando esto ocurra, la tierra tendrá una temperatura tan alta que será incapaz de generar vida en su superficie, pero cuando el cuerpo celeste deje de incinerar hidrógeno en su núcleo el planeta Marte se encontrará en una zona habitable para la vida.