Entonces, recordó algo del pasado que definió su carrera. “Hace treinta años, un productor me dijo que era una actriz pochoclera y en ese momento hice que eso significara que esto (por el premio) no era algo que se me permitiera tener; que podía hacer películas que tuvieran éxito y ganaran mucho dinero, pero que no me pudieran reconocer. Y lo acepté y lo creí”, lanzó.
Moore contó que hace unos años pensó que su carrera estaba terminada, pero que la aparición de la posibilidad de filmar La sustancia le cambió la vida.
“Cuando estaba en un punto tan bajo tuve este guion mágico, audaz, valiente y absolutamente loco que llegó a mi escritorio llamado La sustancia y el universo me dijo que no había terminado”, sostuvo.
Ante la emoción del público, la actriz le agradeció a la directora Coralie Fargeat, a su compañera de elenco Margaret Qualley y “a todas las personas que estuvieron” a su lado. “Especialmente a las personas que creyeron en mí cuando yo no creí en mí misma”, comentó.
Sobre el final, Demi Moore dejó una fantástica reflexión que está en línea con el argumento de la película que protagoniza y sirve para cualquiera que tenga la misma autoexigencia de la actriz.
“En esos momentos en los que no creemos que somos lo suficientemente inteligentes, bonitos, delgados, exitosos o, básicamente, simplemente no seamos suficientes, una mujer me dijo, ‘sé que nunca serás suficiente, pero puedes conocer el valor de tu valor si simplemente dejas la vara de medir’. Hoy celebro esto como un marcador de mi integridad y del amor que me impulsa y por el regalo de hacer algo que amo y recordar que pertenezco”, cerró.