En un juicio abreviado celebrado el viernes, Jorge Baginai recibió una sentencia de un año y cuatro meses de prisión efectiva por atacar hasta dejar inconsciente a su expareja. La relación entre ambos se mantuvo durante seis años, pero en los últimos tres, la convivencia se volvió cada vez más compleja debido a episodios frecuentes de violencia de género.
El pasado 31 de marzo, el agresor se dirigió a la vivienda de la mujer en Capital, forzando su entrada tras romper una puerta a patadas. Una vez dentro, agarró fuertemente a la víctima por los brazos, propinándole un golpe contundente en la cabeza que la dejó en el suelo. Luego, agarró un plato de porcelana de un aparador, lo rompió y con un fragmento intentó herirla en el rostro. Aunque logró protegerse cubriéndose con la mano, la mujer sufrió un corte en un dedo.
En medio del ataque, el agresor le suplicó a la víctima que no lo denunciara y finalmente se marchó. Mientras tanto, la mujer se encontraba sola y tuvo que recibir asistencia médica en un centro de salud cercano.
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A pesar de la primera denuncia y las múltiples condenas efectivas en su contra, el agresor solo recibió prisión preventiva en su domicilio durante dos meses. Sin embargo, el jueves 18 de mayo, justo antes de que la víctima testificara en la justicia por el caso, el agresor irrumpió nuevamente en su casa. Esta vez, lo hizo gritando insultos y propinándole un cabezazo en la nariz. Luego, arrastró a su expareja hasta la calle, donde continuó agrediéndola con múltiples patadas, dejándola inconsciente.
Afortunadamente, un sobrino que vive frente a la casa acudió en su ayuda, defendiéndola y resguardándola en su hogar. La policía fue alertada por una sobrina de la víctima, quien llamó a las autoridades. Cuando la Comisaría 2º llegó al lugar, encontraron a la mujer ensangrentada y tirada en la cocina, pero no había rastro del agresor, quien logró permanecer prófugo durante casi dos meses. Finalmente, el pasado martes, fue capturado por la policía en la vía pública.
