En la práctica, esto implica estar presentes en momentos cruciales: un nacimiento, un diagnóstico difícil, una enfermedad crónica o incluso un proceso de duelo. “A veces, para una persona, atravesar un divorcio o perder a un ser querido es tan importante para su salud como una neumonía. Y si no vemos eso, nos perdemos una parte fundamental del cuidado”, sostuvo.
Uno de los pilares de la medicina familiar es la promoción de la salud y la prevención de enfermedades. En lugar de intervenir solo cuando aparece el problema, el objetivo es adelantarse a él. Esto implica trabajar con las personas en la construcción de hábitos saludables, como una alimentación adecuada, actividad física regular, gestión del estrés y controles médicos oportunos.
“Creemos profundamente en el poder del conocimiento. Cuando un paciente entiende lo que le pasa, puede tomar decisiones más conscientes y saludables”, asegura. Y añadió un dato revelador: “Está comprobado que tener un médico de cabecera durante al menos diez años disminuye la tasa de mortalidad. Porque hay una continuidad, un conocimiento profundo de la historia de vida del paciente que permite anticiparse a los riesgos”.
Consultada sobre las principales preocupaciones de los sanjuaninos, la médica no dudó: “Hubo una explosión de temas de salud mental después de la pandemia: ansiedad, depresión, insomnio, cansancio. Y muchas veces esas consultas vienen disfrazadas de otras cosas”. Confesó que aún hay prejuicios: “Todavía hay gente que piensa que la ansiedad o la depresión es falta de voluntad. Pero son cuestiones médicas y hay que atenderlas como tales”.
La huella de la pandemia
La pandemia atravesada, fue una prueba difícil para todos los profesionales de la salud, pero particularmente desafiante para aquellos cuya labor se basa en el vínculo cercano con el paciente. “Nosotros damos la mano, abrazamos si hace falta. Somos cercanos. Y la pandemia nos obligó a alejarnos físicamente. Fue muy duro”, recordó.
A más de tres años del inicio de la crisis sanitaria, la médica advierte que aún se están procesando muchas secuelas emocionales. “Hubo un aumento muy notorio de cuadros de ansiedad, depresión, insomnio. Muchas personas consultan por síntomas físicos que, en el fondo, tienen raíces emocionales”, explicó.
Este año, el lema del Día Mundial del Médico de Familia es “Construyendo resiliencia”, una consigna que ella siente particularmente cercana. “Volver a la normalidad ha sido más complejo de lo que esperábamos. Reconstruir los lazos con nuestros pacientes lleva tiempo, pero es parte esencial de nuestra tarea”, señaló.
Salud mental y enfermedades del estilo de vida
Al ser la puerta de entrada al sistema sanitario, el médico de familia es testigo directo de los cambios sociales que impactan en la salud. En San Juan, como en muchas otras provincias, la especialista observa un aumento sostenido de consultas por problemas de salud mental. “Mucha gente sufre ansiedad, depresión o estrés crónico, pero todavía hay prejuicios. Se sigue pensando que es ‘falta de carácter’, y no se comprende que son condiciones médicas que deben ser tratadas como cualquier otra”, enfatizó.
Además, las llamadas enfermedades del estilo de vida —como la diabetes tipo 2, la hipertensión o el colesterol elevado— siguen creciendo, especialmente entre adultos jóvenes. “Vivimos a mil por hora. No comemos bien, no dormimos lo suficiente, no nos movemos. Y eso, tarde o temprano, pasa factura”, advirtió.
En San Juan existen centros de salud dirigidos por médicos de familia y residencias donde se forman nuevos profesionales en esta especialidad. Sin embargo, aún falta integrar más plenamente este enfoque en la formación médica universitaria. “En la carrera de medicina no hay una materia específica de medicina familiar. Eso hace que muchos estudiantes no la conozcan y, por ende, no la elijan”, lamentó.
“Nosotros vemos al médico como un experto en medicina y al paciente como un experto en su cuerpo y su vida. La consulta es el espacio donde esos dos saberes se encuentran para construir el mejor plan de salud”.
Y con una sonrisa, María Laura dejó una frase que podría viralizarse en redes pero también resonar en cualquier familia:
“Todos deberían tener un médico de familia en sus vidas. Es como tener un director de orquesta para tu salud”.
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