Los detalles de la visita estaban en estos momentos en manos de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y del flamante ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, quienes se encontraban coordinando las agendas para definir la fecha del encuentro.
El nuevo Canciller conoce muy de cerca el mundo político norteamericano, primero, por su rol como empresario y miembro del Comité Olímpico Internacional (COI) y, más recientemente, por su rol como embajador argentino en ese país, puesto que ocupó hasta la semana pasada.
De hecho, Werthein es un nexo frecuente entre Milei y Trump, además de ser quien recibió al Presidente cada vez que visitó Washington y haber estado presente en las reuniones que este mantuvo con el magnate Elon Musk, que ahora suena como posible integrante del futuro gabinete republicano.
El director ejecutivo de Tesla y dueño de la red social X fue un activo militante de la campaña del ahora mandatario electo estadounidense, pero también tiene una relación muy cercana con el libertario, a quien apoyó públicamente y con quien suele conversar.
Incluso, la visita del jefe de Estado argentino podría ser una oportunidad para que ambos vuelvan a verse. Hasta el momento, se reunieron en dos oportunidades: la primera fue en abril, cuando visitó junto a su hermana Karina la fábrica de autos eléctricos en Austin, Texas.
La segunda ocasión en la que coincidieron fue en septiembre, cuando Musk se acercó hasta el hotel The Langham, donde se alojó Milei en Nueva York antes de su participación en la Asamblea General de las Naciones Unidas, y dialogaron sobre el RIGI, las implicancias de la Ley Bases y el proceso de desregulación que se está llevando adelante el Gobierno.
Si bien el libertario y su Gabinete se mantuvo cauto respecto de los comicios norteamericanos y evitó en las últimas semanas entrometerse en la política extranjera, la preferencia del oficialismo hacia el candidato republicano, por sobre la demócrata Kamala Harris, era evidente.