“Hoy me toca escribir las palabras más difíciles. Después de tanto esfuerzo, alegrías y batallas compartidas, llegó el momento de dar un paso al costado.
No hay forma de expresar lo que significa haber dirigido al club de mi vida. Cada día, cada entrenamiento, cada partido fue un privilegio inmenso. Los que llevamos este escudo en el pecho podemos con orgullo decir que lo logramos. Hicimos historia.
A los jugadores, hinchas, cuerpo técnico y dirigencia, gracias por confiar en mí y en mi trabajo. Gracias por creer en mi amor por estos colores.
Gracias a todos aquellos que siempre estuvieron para apoyarme en este gran desafío.
Me voy con la tranquilidad de haber dejado todo y con la certeza de saber que este club seguirá creciendo, porque su grandeza está en su gente.
Estoy seguro de que esto no es un adiós, porque uno nunca se va del lugar que ama.
Gracias San Martín por cumplirme uno de los sueños más lindos que nos da el fútbol”.
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