Durante gran parte del primer tiempo, el conjunto catalán dominó y dio la sensación de tener bajo control a un PSG golpeado por las ausencias de Dembélé, Doué y Marquinhos. Sin embargo, en el cierre de la etapa inicial apareció la reacción visitante: Nuno Mendes rompió líneas desde el fondo, condujo con potencia y asistió a Mayulu, que definió con categoría para el 1-1 que reconfiguró el partido.
La segunda mitad mostró otra cara. El PSG corrigió en el mediocampo con Vitinha y Fabián Ruiz, ganó proyección con Hakimi y Mendes, y asfixió la salida del Barça con presión constante. Los parisinos generaron varias ocasiones claras, incluso estrellando remates en los palos, mientras que el equipo de Flick perdió profundidad sin Raphinha (ausente por lesión) y terminó cediendo terreno.
El desenlace llegó en el minuto 89. Con la defensa culé adelantada, Vitinha filtró un pase perfecto para Hakimi, que ganó la espalda y asistió a Gonçalo Ramos. El delantero portugués empujó la pelota a la red y desató la euforia visitante.
Barcelona había golpeado primero, pero PSG se marchó de Montjuïc con un triunfo que vale más que tres puntos: dejó en claro la jerarquía táctica de Luis Enrique y la capacidad del equipo francés para reponerse en un escenario adverso.