/// Por María Eugenia Vega
Nadie los vio venir. Los tres sujetos armados y encapuchados que llegaron al campamento de la empresa Green S.A, ubicada a un kilómetro y medio al Sur de la Ruta Nacional N° 40, a la altura de El Cerrillo, lo hicieron a pie por la puerta de adelante. Las agujas del reloj ya habían marcado las 21 del domingo cuando los malhechores llegaron repentinamente y sin mucho escándalo a reducir al primer guardia de seguridad que estaba vigilando en la puerta, luego al segundo y más tarde, a cuatro empleados que estaban trabajando dentro del campamento. Uno cargaba combustible y los demás estaban en el contenedor. Precisamente, ese fue el lugar elegido por los ladrones que organizaron el golpe en cuestión de segundos.
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Con gritos amenazantes, les exigían a las víctimas que no miraran la situación, que guarden silencio y que no intentaran hacer nada. Mientras tanto, organizaron todo para remolcar la retroexcavadora, cargar un camión con cubiertas y alistar un vehículo similar tipo cisterna. En este último engancharon el carretón que tiraba la máquina de gran porte. En ese marco de desesperación, uno de los damnificados resultó herido por los golpes que le propinó uno de los asaltantes violentos, por posibles reacciones de rebeldía, según indicaron las fuentes.
Leé: Golpe comando a una empresa que trabaja en Ruta 40Antes de irse fue llevaron sus teléfonos y $3 mil, nada relevante porque no era lo que tenían pensado hacer. Para los investigadores "esto no fue un robo al azar, sino que estuvo planeado", y esa postura se afirma en la versión de los damnificados que contaron que los sujetos sabían dónde estaban las herramientas y qué hacer.
Se tomaron unas 3 horas para preparar el botín y tuvieron suerte de que nadie pasara por la zona. Entonces, aprovecharon para abandonar el lugar con destino al Sur por Ruta 40. El tema es que no pasaron por el Control de San Carlos y por eso, la Policía cree que tomaron una ruta alternativa.
Poco tiempo después, un móvil de la Policía Comunal que pasaba por la zona, hizo lo suyo. El agente a cargo del patrullero se bajó del móvil porque le llamó la atención el hecho de que no había nadie en las inmediaciones del campamento. Ahí fue cuando escuchó los gritos de las personas que estaban maniatadas adentro del contenedor.
Leé: 70 policías, un helicóptero y el análisis de las cámaras de seguridadAhora, la Jefatura de Policía dispuso un operativo cerrojo con 70 efectivos abocados en la búsqueda por tierra y por aire, de los cacos atracadores. Si bien, ingresaron tres al lugar, no descartan que sean más los involucrados. También analizar la posibilidad de un posible entregador que haya brincado los datos suficientes para poder pergeñar un golpe de semejante envergadura.