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Denuncias cruzadas por amenazas de muerte tras el crimen de Emir Barboza

A una semana del asesinato del niño de 7 años, familiares y acusados volvieron a enfrentarse. La Justicia investiga al menos cuatro denuncias por amenazas, algunas con armas de fuego.

Pese a que la Justicia ya dictó prisión preventiva para los siete mayores detenidos por el crimen de Emir Barboza, de 7 años, el conflicto en el barrio Valle Grande, en Rawson, está lejos de apagarse. En los últimos días, al menos cuatro denuncias cruzadas por amenazas de muerte —algunas con intimidaciones mediante armas de fuego— fueron radicadas ante la Justicia.

Fuentes judiciales confirmaron que las causas están siendo tramitadas en la UFI Genérica, bajo la dirección del fiscal Alejandro Mattar, quien no descarta que se sumen más denuncias en las próximas horas. Los investigadores ya comenzaron a tomar declaraciones a vecinos y familiares involucrados en los nuevos episodios de violencia.

El enfrentamiento entre los Barboza y otras familias del barrio arrastra un largo historial de disputas que, esta vez, terminó en tragedia. La noche del 14 de octubre, un tiroteo entre viviendas rivales dejó como víctima fatal a Emir, quien jugaba en la calle cuando una bala le impactó en el tórax. Fue trasladado al Hospital Marcial Quiroga, donde los médicos confirmaron su muerte.

Por el homicidio, la Justicia mantiene detenidos a Alan Juan Bazán, Dante Emanuel Carrizo, Gonzalo José David Santander, Hernán Ariel Carrizo, Cristian Daniel Guajardo, Jonathan Javier Carrizo y Gabriel Jesús Orostizaga, además de un menor que quedó a disposición del fuero de Menores.

Durante los allanamientos, la Policía secuestró municiones, proyectiles deformados, un revólver calibre .22, una gorra amarilla marca Lakers y varios celulares. Todos estos elementos fueron incorporados al expediente.

El lunes, Orostizaga se presentó ante la jueza de Garantías Irene Moya, fue imputado por homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y recibió prisión preventiva por seis meses. Testigos lo señalaron como uno de los tiradores desde el techo de una vivienda, aunque él negó haber participado y aseguró que recién había llegado de trabajar.

El caso conmociona a la provincia y mantiene en alerta a las fuerzas de seguridad, mientras las familias enfrentadas siguen bajo vigilancia judicial para evitar nuevos episodios violentos.