Esta versión rápida y fácil no requiere de técnicas complicadas, solo un poco de paciencia para esperar que el chocolate se endurezca. Con moldes de silicona o una bandeja con papel manteca, cualquiera puede lograr un resultado atractivo y delicioso.
Esta receta lleva aproximadamente 35 minutos en total, distribuidos así:
- Preparación de ingredientes y moldes: 10 minutos
- Fundido del chocolate: 5 minutos
- Armado de los chupetines: 5 minutos
- Enfriado en heladera o freezer: 15 minutos
- 200 g de chocolate cobertura (negro, blanco o con leche)
- Palitos para chupetines
- Moldes de silicona o bandeja con papel manteca
- Toppings opcionales: granas, coco rallado, mini confites, frutos secos picados
- 1 cucharadita de manteca o aceite vegetal (opcional, para dar brillo)
- Preparar los moldes colocando los palitos en el espacio destinado, o sobre papel manteca si no se utilizan moldes especiales.
- Triturar el chocolate y fundirlo al baño María o en microondas (a intervalos de 30 segundos), mezclando bien hasta obtener una textura fluida y brillante. Se puede añadir una cucharadita de manteca si se desea un acabado más suave.
- Verter el chocolate fundido en los moldes, asegurándose de cubrir bien la base del palito.
- Decorar con toppings al gusto antes de que el chocolate se enfríe.
- Llevar a la heladera o freezer durante al menos 15 minutos, o hasta que los chupetines estén firmes.
- Desmoldar con cuidado y servir o guardar adecuadamente.
Con 200 gramos de chocolate, esta receta rinde aproximadamente 12 a 16 chupetines, dependiendo del tamaño de los moldes utilizados.
Cada chupetín (sin toppings) contiene aproximadamente:
- Calorías: 90
- Grasas: 6 g
- Grasas saturadas: 3,5 g
- Carbohidratos: 8 g
- Azúcares: 6 g
- Proteínas: 1 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
Los chupetines de chocolate caseros se conservan bien durante hasta 2 semanas si se almacenan en un lugar fresco, seco y protegido de la luz. En climas cálidos, se recomienda guardarlos en la heladera en un recipiente hermético.