La anticoncepción o control de natalidad es un conjunto de estrategias para prevenir el embarazo. Hay distintos métodos que tratan de lograr esto, y que funcionan de distintas formas. Sin embargo, tal vez lo más interesante de este amplio tema es que no hay un único método que valga para todo el mundo. Tu elección de anticonceptivos debe basarse en varios factores, como tu salud, la frecuencia de tu actividad sexual o tu deseo de tener hijos en el futuro.
Éstas ayudan a impedir la fecundación de los gametos (óvulo y esperma), lo que conduce al embarazo. Esto también se conoce como control de la natalidad. Estas herramientas médicas y píldoras se denominan anticonceptivos. A grandes rasgos, el objetivo principal de un anticonceptivo es evitar el embarazo. Pero algunos de ellos también pueden servir de protección contra las infecciones/enfermedades de transmisión sexual (ITS/ETS).
Las estrategias
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Si un espermatozoide penetra un óvulo, puede producirse un embarazo, y los métodos anticonceptivos intentan evitarlo de varias maneras. Algunos tratan de impedir que el óvulo sea liberado por los ovarios y, por tanto, se evita que pueda ser fecundado. Otro método no es impedir la liberación del óvulo, sino su formación en primer lugar. También existe la estrategia de los “métodos de barrera”, los preservativos tanto masculinos como femeninos, cuyo objetivo es impedir que el espermatozoide llegue a penetrar el cuerpo de la pareja sexual. Aunque los preservativos no son los métodos más efectivos, son quizás los más importantes, porque además de prevenir el embarazo también son capaces de prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Esto es algo que el resto de anticonceptivos no logran, por lo que en todos los casos, se tiende a recomendar un método de doble barrera, es decir, utilizar un preservativo, a la vez que otro de los métodos que explicaremos a continuación.
Tipos de anticonceptivos
Existen varias clases de herramientas, desde los preservativos que hemos mencionado, tanto masculinos como femeninos, hasta píldoras, copas, diafragmas, dispositivos intrauterinos (DIU), píldoras sólo de progesterona, inyecciones, implantes anticonceptivos, parches anticonceptivos y anillos vaginales.
¿Cómo funcionan estos anticonceptivos?
Existen alrededor de 4-5 grandes categorías de anticonceptivos. En ellas se incluyen todos los dispositivos y anticonceptivos mencionados anteriormente.
Las categorías son: anticoncepción reversible, métodos hormonales, métodos de barrera, esterilización y anticoncepción de emergencia.
Anticonceptivos reversibles:
Entre los anticonceptivos reversibles de acción prolongada encontramos los dispositivos intrauterinos y los implantes son dos tipos de anticonceptivos reversibles de acción prolongada.
Los dispositivos intrauterinos (DIU) son un pequeño dispositivo en forma de T que se coloca en el útero para evitar el embarazo. El dispositivo lo introduce un profesional médico y puede mantenerse colocado durante años y seguir funcionando correctamente. Un profesional sanitario retira o sustituye el dispositivo una vez transcurrido el periodo adecuado, o cuando la mujer ya no necesita o prefiere otro método anticonceptivo. Existen dos tipos de DIU: el DIU hormonal y el DIU de cobre.
Los implantes son varillas que pueden introducirse en el cuerpo. Cada varilla tiene el tamaño de una cerilla, es flexible y está hecha de plástico. La tasa de fracaso de este método es inferior al 1%. El médico coloca la varilla bajo la piel de la parte superior del brazo de la mujer. La varilla liberadora de progestágenos puede estar insertada hasta 5 años.
Métodos hormonales:
Los métodos hormonales son formas de anticoncepción de corta duración. Los anticonceptivos hormonales utilizan hormonas para evitar la concepción regulando o deteniendo la ovulación, y no todos los dispositivos utilizan las mismas hormonas. El proceso biológico por el que el ovario libera un óvulo para su fecundación se conoce como ovulación. Las píldoras, las inyecciones, los parches cutáneos, los geles transdérmicos, los anillos vaginales, los sistemas intrauterinos y las varillas implantadas son algunas de las formas en que se pueden administrar hormonas al cuerpo. Estos tratamientos pueden inhibir la ovulación, espesar el moco cervical, lo que ayuda a restringir el acceso de los espermatozoides al óvulo, o adelgazar el revestimiento del útero, dependiendo de las hormonas empleadas. Los anticonceptivos hormonales son prescritos y controlados por los médicos.
Podemos encontrar distintos tipos, como el control de natalidad inyectable, las píldoras de progestina o los anticonceptivos hormonales combinados.
El control de natalidad inyectable se trata de una inchecciçon que se aplica una vez cada tres meses. Se inyecta en el brazo o en las nalgas una progestina llamada Depo-Provera® (acetato de medroxiprogesterona de depósito [AMPD o DMPA por sus siglas en inglés]). Este tipo de control de la natalidad, especialmente en las adolescentes, puede provocar una reducción temporal de la densidad ósea. Sin embargo, tras dejar de utilizar el AMPD, la mayor parte de la pérdida ósea revierte.
Las píldoras de progestina (PSP) son una forma sintética de la hormona progesterona, que el cuerpo produce naturalmente. Las progestinas fueron diseñadas para interactuar con los receptores de progesterona, con el fin de causar efectos parecidos a los de la progesterona en el cuerpo.
Las progestinas fueron diseñadas originalmente debido a que la progesterona natural no se absorbe bien a través de píldoras y se metaboliza demasiado rápido en el cuerpo para tener el efecto deseado. Todas las formas de anticonceptivos hormonales tienen progestinas, tanto los métodos de solo progestina (como el implante, los DIUs hormonales, la inyección o la mini-píldora), como los métodos anticonceptivos hormonales combinados con un estrógeno (como la píldora, el parche, el anillo vaginal y algunas inyecciones).
La persona toma una píldora cada día, preferiblemente a la misma hora. Estas píldoras no contienen estrógenos. Estas píldoras funcionan inhibiendo la ovulación y la elasticidad del moco cervical, dificultando a los espermatozoides llegar al útero o a las trompas de Falopio. Es cierto que, al poder alterar los cambios cíclicos naturales del revestimiento uterino, este tratamiento podría provocar una hemorragia inesperada o intermitente.
En cuanto a los anticonceptivos hormonales combinados, como el propio nombre indica, se trata de una combinación de estrógenos y progrestágenos. Cabe mencionar que estrógenos hay varios tipos, al igual que progestágenos, y las combinaciones de ellos son muy variadas. Sin embargo, sí que se suele intentar que la combinación elegida tenga una dosis baja de Etinil Estradiol, un estrógeno, ya que en dosis bajas se tolera mejor.
Existen 5 tipos de anticonceptivos orales combinados:
Anticonceptivos monofásicos: Estos tienen la misma cantidad de estrógeno y progestina en todas las píldoras activas.
Anticonceptivos bifásicos: El nivel de hormonas en estas píldoras cambia una vez durante cada ciclo menstrual.
Anticonceptivos trifásicos: La dosis de hormonas cambia cada 7 días.
Anticonceptivos cuadrifásicos: La dosis de hormonas en estas píldoras cambia cuatro veces en cada ciclo.
Anticonceptivos de ciclo continuo o extendido: Estos mantienen el nivel de hormonas alto así que usted tiene pocos periodos o ninguno.
Métodos de barrera
Las técnicas de barrera, diseñadas para impedir que los espermatozoides entren en el útero y que son “de usar y tirar”, no dispositivos implantables, pueden ser una buena alternativa para las parejas que no pueden o no desean utilizar la anticoncepción hormonal. En todos los casos, sin embargo, están recomendados los preservativos para evitar las enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Cabe mencionar que los preservativos no son los únicos métodos de barrera que existen, y las tasas de fracaso de las distintas formas de barrera varían en función del método en cuestión.
Las esponjas contraceptivas son esponjas de espuma rellenas de espermicida, blandas y desechables. Antes del coito, se introduce una en el canal vaginal. La esponja ayuda a impedir que los espermatozoides accedan al útero, mientras que el espermicida mata los espermatozoides. Tras el coito, la esponja debe dejarse en su sitio durante al menos 6 horas antes de retirarla en un plazo de 30 horas.
Los espermicidas, por su parte, son sustancias químicas que dañan los espermatozoides. Los espermicidas pueden utilizarse solos o junto con un capuchón cervical o un diafragma. Una sustancia llamada nonoxinol-9 es el agente espermicida más frecuente (N-9). La espuma, la jalea, la crema, el supositorio y la película son algunas de las concentraciones y formas disponibles.
Hay otros dos tipos de métodos de barrera que requieren la visita y supervisión de un médico, que son el diafragma y el capuchón cervical. Un diafragma es una copa estrecha y flexible formada por látex o goma blanda que se introduce en la vagina para impedir que los espermatozoides accedan al útero. El diafragma debe utilizarse con crema espermicida antes del coito. Deben permanecer en su sitio durante 6-8 horas y pueden retirarse en 24 horas. EL capuchón cervical es comparable a los diafragmas, excepto que son más pequeños y menos flexibles. El capuchón cervical es una diminuta copa de silicona que se coloca en el canal vaginal antes de la actividad sexual para impedir que los espermatozoides accedan al útero. El capuchón cervical, al igual que el diafragma, debe usarse con crema espermicida. La duración es la misma que la de 6-8 horas y se retira a las 48 horas.
En cuanto a los preservativos o “condones”, existen tanto preservativos masculinos y femeninos en el mercado. Los preservativos masculinos son una fina funda que rodea el pene y recoge el esperma para mantenerlo fuera del cuerpo de la mujer. El látex o el poliuretano son los materiales más utilizados en los preservativos masculinos. En cuanto a los preservativos femeninos, son bolsas de plástico finas y flexibles. Antes del coito, se introduce una parte del preservativo en la vagina de la mujer para impedir que el esperma entre en el útero. El riesgo de ETS también se reduce con el uso del preservativo femenino.
Anticonceptivo de emergencia
La anticoncepción de emergencia no es una estrategia anticonceptiva habitual. Si no se ha utilizado ningún otro tipo de anticonceptivo durante las relaciones sexuales o si la técnica anticonceptiva ha fallado, como por ejemplo si se ha roto un preservativo, se puede utilizar la anticoncepción de emergencia.
Hay dos anticonceptivos de emergencia de uso común: la píldora contraceptiva de emergencia y el DIU de cobre.
Las píldoras contraceptivas de emergencia, también conocidas como píldora del día después, son píldoras hormonales que pueden tomarse en una dosis o en dos dosis separadas por 12 horas y están diseñadas para ser utilizadas con ocasión de una relación sexual sin protección. Las píldoras pueden posponer o impedir la ovulación durante al menos 5 días si se toman antes de la ovulación, permitiendo que los espermatozoides permanezcan inactivos.
En cuanto al DIU de cobre, se trata de un tipo de dispositivo intrauterino que puede insertarse después de mantener relaciones sexuales sin protección. Es efectivo hasta 5 días después del evento.
Esterilización
La esterilización es un método anticonceptivo a largo plazo que prohíbe a la mujer quedarse embarazada o al varón liberar esperma. La operación de esterilización, que suele conllevar una intervención quirúrgica, debe ser realizada por un profesional sanitario. La mayoría de estas operaciones no son reversibles. En las mujeres se utiliza la ligadura de trompas, que consiste en que las trompas de Falopio pueden ligarse (o cerrarse) para evitar que los espermatozoides y los óvulos se fecunden. En los hombres el procedimiento que se utiliza es la vasectomía, que impide que los espermatozoides del hombre lleguen a su pene, asegurando que su eyaculación nunca contenga suficientes espermatozoides para fecundar un óvulo.
¿Cuál es el método más efectivo?
Por orden de efectividad tenemos:
Esterilización quirúrgica
Anticonceptivos orales combinados
DIU
Métodos de barrera
Esponja
Métodos naturales (basados en la vigilancia de los días más fértiles dentro del ciclo menstrual a través de conocer el ciclo, medir la temperatura corporal, etc.)
Coito interrumpido (“marcha atrás”)
Tal vez te sorprenda saber que, con algunos métodos, se llegan a registrar 18-20 embarazos por cada 100 mujeres en 1 año, de media. Algunos de los métodos que registran estas cifras son “la marcha atrás” (22% de inefectividad), los espermicidas (28%) e incluso los preservativos masculinos y femeninos (a menudo porque no se colocan correctamente, están desgastados o son de mala calidad).
Hay personas que calculan sus días más fértiles en función de su ciclo menstrual y se abstienen de tener relaciones durante esos días. Este no es un método fiable, llegando a registrar un 24% de embarazos accidentales por año.
Dentro de los métodos que sí son realmente efectivos encontramos los irreversibles (las intervenciones quirúrgicas comentadas) y, dentro de los reversibles, los implantes (0.05%), DIU hormonal (0.2%), DIU de cobre (0.8%), inyectables (6%), píldoras, parches y anillos (9%), o el diafragma (12%).
No todo es para todos
Desafortunadamente, existen una serie de contraindicaciones propias de cada método, del tipo de hormonas que se utilizan, de si la persona en cuestión tiene una edad u otra, de si es fumadora o no, etc. En cuanto a la anticoncepción hormonal, por ejemplo, se tienen en cuenta las cifras de tensión arterial, el índice de masa corporal, la presencia de migrañas (a menudo estos preparados pueden empeorar mucho las migrañas), y otros factores de riesgo cardiovascular, entre otros.
Y estos son solo algunos de los factores a tener en cuenta, el asunto se complica mucho según tus antecedentes de cáncer, estar lactando, lupus, diabetes, trombosis previas, VIH, problemas tiroideos, etc. Por eso, es crucial la valoración médica de los métodos anticonceptivos de lo que tu podrías beneficiarte en tu caso.