Según Sprott, el primer paso es definir qué tipo de persona se es: ¿orientada al tiempo o a las tareas? “Si eres una persona orientada al tiempo, lo mejor es dedicar un bloque específico a los objetivos. Si son dos horas, cumplir con lo necesario durante ese tiempo y luego parar. Si se está más enfocado en las tareas, establecer un objetivo claro y trabajar hasta completarlo”, recomienda.
Además, Sprott destaca la importancia de tres elementos:
Paciencia
Planificación
Positividad.
“Los propósitos deben abordarse como cualquier otro objetivo a largo plazo”, agrega.
Encuentra tu motivación interna
Candice Seti, psicóloga y entrenadora personal de EE.UU., subraya la relevancia de entender las razones profundas detrás de cada propósito. “La pérdida de peso, por ejemplo, no es el objetivo final, sino el medio para alcanzar algo más grande. Pregúntate: ¿Por qué quiero perder peso? ¿Es por energía, salud o confianza?”, explica Seti.
El proceso de cambio requiere tiempo y compromiso. Psicólogos como Susan Albers y Aaron Daniels sugieren seguir una serie de pasos clave para aumentar las probabilidades de éxito:
- Crear nuevos hábitos en lugar de eliminar antiguos.
- Establecer objetivos realistas y sostenibles.
- Definir metas específicas y medibles.
- Permanecer flexible ante imprevistos.
- Identificar posibles obstáculos y planificar cómo superarlos.
- Configurar recordatorios y hacer seguimientos constantes.
Disciplina progresiva: el camino hacia el éxito
Daniels compara la disciplina con un músculo que se fortalece con la práctica diaria. “Pequeñas dosis de disciplina conducen a hábitos más sólidos a largo plazo”, asegura.
Si el propósito es fitness o de nutrición, introducir cambios graduales. Dedicar unos minutos diarios a la actividad física o realizar pequeños ajustes en la dieta puede marcar una gran diferencia con el tiempo. “Pequeños snacks de ejercicio, como una caminata o estiramientos, también cuentan”, concluye Daniels.
El camino hacia las metas no tiene por qué ser abrupto ni perfecto. Con un enfoque realista y constancia, los propósitos de año nuevo pueden convertirse en logros duraderos.