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Afirman que bajar el consumo de calorías en un 25% retrasa el envejecimiento

Expertos de la Universidad de Columbia encontraron que una restricción calórica moderada genera retrasos en los cambios fisiológicos producto de la edad.

Mantener una alimentación saludable es un hábito fundamental para nuestro bienestar. En ese tono, los nutricionistas y los médicos suelen recomendar ciertas medidas clave, como por ejemplo comer suficientes frutas, verduras y legumbres. Ahora, un estudio científico realizado en Estados Unidos encontró que restringir el consumo de calorías en un 25% puede ayudar a retrasar el envejecimiento y a promover la longevidad.

En la investigación, que fue publicada en la revista Nature Aging, los expertos de la Universidad de Columbia, en Nueva York, introdujeron: “La restricción calórica, definida como la disminución de la ingesta calórica sin privarse de nutrientes esenciales, da como resultado cambios en los procesos moleculares que se han asociado con el envejecimiento, incluida la metilación del ADN (DNAm)y, además, se establece para aumentar la esperanza de vida saludable en múltiples especies”.

En segundo término, plantearon: “Observamos una pérdida de peso sustancial y sostenida y cambios relacionados en la composición corporal y tisular, además de una amplia mejoría en la salud cardiometabólica y una desaceleración de los cambios fisiológicos relacionados con el envejecimiento”.

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Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron los datos de un proyecto anterior que se realizó en Nueva Zelanda con personas que redujeron su consumo de calorías durante sesiones semanales de pérdida de peso. Los voluntarios comenzaron con 27 días de porciones más pequeñas de comida, para luego continuar con una dieta sostenida. Aquellos que, en el lapso de un año, redujeron las calorías en más de un 10% envejecieron “más lentamente”, de acuerdo al planteo.

“Este nuevo estudio que hicimos es muy emocionante porque descubrimos que la restricción calórica puede reducir el ritmo en el que las personas envejecen biológicamente”, apuntó el doctor Daniel Belsky, quien dirigió el trabajo de la Universidad de Columbia. Para este estudio, se utilizaron pruebas de edad biológica a partir de la actividad genética y se observaron algunos signos de envejecimiento como la presión arterial y el colesterol.

“Retardar el envejecimiento biológico significa vivir más y enfermarse más tarde. Por lo tanto, la restricción de calorías no solo puede beneficiar a las personas obesas, sino que también podría brindarles a las personas sanas una vida más larga y saludable”, añadió Belsky.

Según lo descrito por los investigadores en la publicación de Nature Aging, los participantes del estudio analizado mejoraron “su salud cardiometabólica y ralentizaron los cambios relacionados con el envejecimiento en la integridad del sistema fisiológico” con la reducción de calorías. “Realizamos un análisis para probar si aquellos que alcanzaron dosis más altas de reducción calórica experimentaron mayores efectos”, señalaron.

Y precisaron: “Nuestros hallazgos tienen implicaciones para futuras investigaciones en gerociencia. La investigación de la biología del envejecimiento ha identificado múltiples terapias con potencial para mejorar la esperanza de vida saludable en los seres humanos”.

Por su parte, otro de los autores, Calen Ryan, concluyó: “La restricción calórica probablemente no sea para todos. Nuestros hallazgos son importantes porque proporcionan evidencia de un ensayo aleatorio de que es posible retrasar el envejecimiento humano. También nos dan una idea de los tipos de efectos que podríamos buscar en los ensayos de intervenciones que podrían atraer a más personas, como el ayuno intermitente o la alimentación con restricción de tiempo”.

Esperanza de vida

Anteriormente, otros trabajos científicos también plantearon que la restricción calórica moderada puede ayudar en la longevidad. Meses atrás, un estudio publicado en la revista Science postuló que esta medida provoca una compensación en el crecimiento, la reproducción y la defensa inmunitaria. En la investigación, que fue realizada en el Centro de Investigación Biomédica de Pennington (Estados Unidos), los autores consideraron: “Alrededor del 14% de restricción calórica durante 2 años en humanos sanos mejoró la Hematopoyesis —producción de células sanguíneas— y se correlacionó con la movilización de lípidos”.

Eric Ravussin, uno de los integrantes del trabajo, dio más detalles de los resultados: “Dos años de restricción calórica modesta reprogramaron las vías de las células grasas que ayudan a regular el modo en que las mitocondrias generan energía, las respuestas antiinflamatorias del organismo y, potencialmente, la longevidad. En otras palabras, la restricción calórica reconfigura muchas de las respuestas metabólicas e inmunitarias que potencian la vida y la duración de la salud”.

Según la investigación, las personas que redujeron su consumo de calorías generaron más células T, que desempeñan un papel clave en la función inmunitaria y ralentizan el proceso de envejecimiento. “A medida que las personas envejecen, sus timos se encogen y producen menos células T. En consecuencia, a las personas mayores les resulta más difícil combatir las infecciones y ciertos tipos de cáncer. La restricción calórica ayuda a evitar que el timo se reduzca para que la persona genere más células T”, dijo Ravussin.

Para arribar a estos planteos, el equipo de expertos utilizó los datos de un estudio anterior de la institución de Pennington, llamado “Evaluación integral de los efectos a largo plazo de la reducción de la ingesta de energía”.

Más allá de estos resultados, los especialistas advierten que una alimentación saludable debe estar acompañada de otros hábitos que colaboren en la salud y el bienestar. Además, cualquier decisión nutricional que implique reducir el consumo de calorías debe ser supervisada por un profesional. Sobre este punto, anteriormente, la médica especialista en Nutrición y Diabetes Marianela Aguirre Ackermann (MN 151867) le había dicho a Infobae: “Las dietas mágicas, extremadamente bajas en calorías, excluyentes de hidratos de carbono, que suprimen las harinas, etc. alteran totalmente el vínculo con la comida —tan necesario y tan importante— y dejan a un lado cuál es el sentido real de comer”.

Para la médica, hay que poner foco “en que las personas reaprendan a comer. Claro está que los excesos pueden ser perjudiciales y hasta causar enfermedades, por eso la clave está en cambiar la actitud, buscar el equilibrio y promover hábitos saludables”.

FUENTE: Infobae