En diciembre de 1981 fue designado director del Banco de San Juan y, un año más tarde, Reynaldo Bignone lo nombró gobernador interino con la misión de preparar la provincia para el retorno a las urnas. Asumió el 6 de diciembre de 1982 y permaneció en funciones hasta diciembre de 1983, cuando entregó el mando al bloquista Leopoldo Bravo, electo por el voto popular tras el final de la dictadura.
Además, en 1986 integró la Convención Constituyente Provincial, participando de la reforma de la Carta Magna sanjuanina. En 2021 recibió un homenaje en la Cámara de Diputados, donde fue distinguido como Ciudadano Ilustre.
En los últimos años, siguió vinculado a la abogacía, aunque de manera más reducida. En una entrevista realizada en 2020 había reconocido que la edad lo llevó a bajar el ritmo laboral, aunque nunca abandonó del todo su actividad profesional.
La muerte de Pósleman cierra el capítulo de una de las figuras clave de la política sanjuanina de las últimas décadas, recordado como el dirigente que condujo la provincia en los meses más delicados de la transición institucional.