Jorge Darío evoca el inicio de su trayectoria que se remonta en el Parque de Mayo como sede de la fiesta sanjuanina. "Siempre hice cosas relacionadas al folclore. Recuerdo los ranchos típicos que habían frente al escenario, llenos de gente disfrutando las guitarreadas encabezadas por los Quilla Huasi".
Otros de los momentos que destaca y trae a su memoria son las "Noches de serenata", que se realizaban en el marco de la fiesta y gestadas por el locutor histórico. En una oportunidad, cuando uno de los escenarios tuvo lugar en la Plaza 25 de Mayo, "llegaron 500 guitarristas de todos los rincones de la provincia. Era un gran panel de cuerdas, con multitudes que se apostaban hasta la calle Sarmiento. Algo nunca visto"
Las vivencias y anécdotas son innumerables para el "Prócer de la Cultura", título otorgado en el Cabildo por el Instituto de Arte Folclórico Nacional por su aporte. En ese balance también se destacan los vínculos y amistades que cosechó el presentador durante más de 50 años.
Por su parte, en su currículum, se alistan reconocimientos como personalidad destacada de San Juan y su rol de maestro de ceremonia de innumerables festivales como el nacimiento de la Fiesta de la Tradición en Jáchal, la Fiesta del Melón y la Piedra en Sarmiento y la Fiesta del Olivo en Angaco.
Una vida dedicada a difundir la tradición y la cultura, el recitador confiesa que "esta condición me la dio Dios, no cabe duda, y se lo agradezco. Lógicamente, aprendí mucho de todos los congéneres".
Bence tampoco olvida a quienes lo motivaron desde pequeño. "Con 6 años, mis maestros, Elsa Boero y Douglas Picón, me inculcaron ser maestro de ceremonia, ya que me designaban como animador de los festivales que se hacían en la escuela y, esa formación, me valió muchísimo".
De esta manera, espera el 31 de octubre para ser parte de la nueva edición de la Fiesta Nacional del Sol y confiesa que "no me preparo con un guion, porque la fiesta me contagia y así surge todo lo que tengo que decir. Cuando piso el escenario, me transformo, por eso digo que no soy yo quien habla, sino Dios".