"
San Juan 8 > San Juan > dientes

12 dientes perdidos, una vida reconstruida: el viaje de superación de un adolescente

Tras años de angustia, burla escolar y numerosos tratamientos médicos fallidos, Bautista, hoy adolescente, logró superar los efectos de una intervención odontológica que cambió su vida.

B. Lucero, hoy un adolescente de 14 años, vivió un verdadero calvario desde que, a los 5 años, fue sometido a una cirugía dental que le costó la extracción de 12 dientes. Su padre, Martín Lucero, relató a sanjuan8.com el proceso tortuoso que enfrentaron durante años debido a la negligencia médica que su hijo sufrió.

La historia comenzó cuando B. Lucero presentó una caries en una muela. La primera odontóloga que lo atendió cometió un grave error al tapar la pieza mal, lo que derivó en un flemón. A partir de ahí, comenzó un largo peregrinar de visitas a diferentes especialistas. Primero, una odontóloga del hospital Guillermo Rawson intentó tratar la muela con una intervención que no solucionó el problema, y el niño terminó internado en el Sanatorio Argentino durante 48 horas con suero, en julio de 2017, por complicaciones graves derivadas de la infección.

Finalmente, en la Clínica San Blas, las odontólogas María Romina Pellice y María Gabriela Puidengolas decidieron intervenir, pero lo que siguió fue aún más traumático para Bautista y su familia. Después de varias consultas, el 14 de septiembre de 2017, Bautista fue sometido a una cirugía en la que, según le informaron, no solo se extrajeron las piezas afectadas, sino también 12 dientes sanos. Las odontólogas le entregaron en un frasco las piezas extraídas, sin darle mayores explicaciones.

Te puede interesar...

Las consecuencias de esta intervención fueron traumantizantes: el niño sufrió años de angustia, burlas en la escuela y serias dificultades para masticar. Además, comenzó a sufrir problemas digestivos, como diarreas prolongadas o constipación, y perdió mucho peso. Su desarrollo social se vio profundamente afectado, y su autoestima se desplomó, lo que llevó a un largo proceso de terapia psicológica. En la escuela, los profesores lo calificaban de “rebelde”, ya que le costaba concentrarse y su rendimiento académico fue notablemente bajo.

odontologas-jpg..jpg

El calvario de B. Lucero no terminó ahí. A lo largo de los años, la familia buscó justicia, y en 2022 llegaron a juicio. El perito que intervino en el caso aseguró que solo una pieza debía haberse extraída, mientras que otras 10 estaban completamente sanas. Tras varias pericias y una acusación por negligencia, el juicio resolvió finalmente que ambas profesionales eran culpables, y les dictó una sentencia con tres años de inhabilitación y prisión suspendida de un año y seis meses por lesiones culposas.

A pesar de todos los obstáculos, B. Lucero logró superar la pesadilla. Hoy, ya con sus dientes permanentes, se encuentra en segundo año de la escuela secundaria, juega al rugby y ha logrado reinsertarse socialmente gracias a su continuo apoyo psicológico. Sin embargo, la huella que dejó la cirugía y los años de sufrimiento continúan presentes, ya que perdió una parte fundamental de su infancia.

La causa penal dio un giro inesperado en febrero de 2024, cuando la Corte de Justicia de San Juan resolvió anular el juicio debido a errores técnicos. La decisión llegó después de que los abogados defensores de las odontólogas apelaran a través de un recurso de casación. El tribunal de la Sala Segunda, integrado por Guillermo De Sanctis, Adriana García Nieto y Marcelo Lima, señaló que el fallo original había atribuido erróneamente la coautoría del hecho a ambas imputadas, una figura que no corresponde debido a su carácter no doloso. Por esta y otras razones, el tribunal determinó que el juicio debía repetirse.

odontologas dos.webp

Su padre, Martín Lucero, destacó la importancia de no dejar que estas situaciones se repitan y de que los profesionales asuman la responsabilidad por sus errores. Bautista, aunque aún evita hablar sobre el tema, hoy trata de llevar una vida normal al margen de las dificultades que le tocó vivir. Ya cursa el segundo año de la secundaria y volvió al deporte.

Finalmente, se espera que el nuevo juicio tenga una duración de aproximadamente tres días. Además de la demanda penal, las profesionales enfrentan también una demanda civil, cuya resolución quedará a la espera de lo que se determine en este nuevo proceso, que comenzó el pasado lunes.