De forma paralela, personal de la Brigada Delitos Especiales, de la Policía Científica y de la Comisaría 2°, Infantería y GERAS, intervino en el lugar junto a los investigadores, debido a que se trataba de un lugar conflictivo y que continuaban las hostilidades.
En inmediaciones de calle Rogelio Cerdera y Sarmiento, en Manzana A, a la altura de Casa 7, había una mancha de sangre en la vereda, donde había sido auxiliada la víctima. En tanto que el interior de la casa había sido completamente vandalizada por varias personas.
La versión preliminar arrojó que Juan Alfredo “Chato” Carrizo, vecino de la víctima, sería el principal sospechoso de haber disparado a la joven, ya que fue sindicado por dos testigos como uno de los que estuvo en la gresca y que empuñaba un arma de fuego. Le habría efectuado un disparo a “boca de jarro”, es decir a quemarropa, a la víctima. Preliminarmente, ambos no tendrían ningún vínculo.
Por otro lado, en el fondo de la Casa 10 de la misma Manzana, encontraron en el piso un arma de fuego, tipo revólver calibre 38, que tenía 5 cartuchos en el tambor y una vaina servida.
De forma paralela, personal policial realizó un gran operativo cerrojo en el barrio y, luego de reiterados rastrillajes casa por casa, en el techo de la vivienda 13 cercana al lugar del crimen, a las 2.10, encontraron al señalado como autor del hecho, escondido.
El hecho ocurrió en el barrio Echeverría, pero en tres lugares distintos. Primero, el crimen ocurrió en la puerta de la Casa 7 de la Manzana A, donde vivía el hermano del detenido. Luego, Carrizo se fue por el fondo, arrojó el arma en la Casa 10 y se terminó ocultando en el techo de la Casa 13.