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Paritarias por empresa: se priorizará el convenio por empresa por sobre el de actividad, con el argumento de que permite adaptar las condiciones laborales a la realidad de cada compañía.
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Eliminación de la ultraactividad: las condiciones de un convenio colectivo no se mantendrán tras su vencimiento, salvo que se firme uno nuevo.
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Salario dinámico por mérito: propone aumentos variables en función del desempeño, la productividad y la eficacia.
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Libertad contractual para el pago de sueldos: las partes podrán acordar la moneda en que se realicen los pagos.
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Bancos de horas: permitirá compensar horas extra con períodos de descanso, en lugar de abonarlas.
Estos ejes fueron expuestos en parte por el secretario de Trabajo, Julio Cordero, quien participó del Coloquio de IDEA y de una presentación en el Congreso, donde ratificó la orientación de la reforma hacia la “modernización de las relaciones laborales”.
En paralelo, el Consejo de Mayo, encabezado por Guillermo Francos, Federico Sturzenegger, Alfredo Cornejo, Carolina Losada, Cristian Ritondo, Gerardo Martínez (UOCRA), Martín Rappallini (UIA) y María Cecilia Domínguez Diacoluca, continúa definiendo los aspectos técnicos para unificar criterios antes de la presentación legislativa.
Mientras tanto, la reforma tributaria avanza en un borrador coordinado por el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, con el objetivo de simplificar y reducir impuestos, sin afectar el equilibrio fiscal. Entre los puntos en análisis figuran la baja del Impuesto a las Ganancias para personas físicas, la eliminación del impuesto al cheque y la reducción de Ingresos Brutos y tasas municipales, junto con un posible pacto fiscal con las provincias.
Con estas reformas, el Gobierno de Javier Milei busca consolidar su programa de transformación estructural, basado en la desregulación, la competitividad y el equilibrio de las cuentas públicas.