Ante el llamado de los testigos, personal policial llegó rápidamente al lugar, pero ya era demasiado tarde. Según las primeras pericias, Urbieta habría golpeado a Leguiza con un hierro en repetidas ocasiones, lo que provocó su muerte en el acto.
Tras perpetrar el asesinato, Urbieta tomó a su hijo menor y huyó en una motocicleta de 110 c.c. En el camino, dejó al niño al cuidado de una de sus hermanas, una adolescente de 16 años. A ninguno de los chicos les pasó nada, mientras que el agresor continuó su fuga con rumbo desconocido.
Inmediatamente, la policía de Junín inició un operativo de búsqueda que incluyó alertas en las localidades vecinas como O’Higgins y Chacabuco. Pero la secuencia terminaría con otro trágico desenlace.
El hallazgo del cuerpo
Los rastrillajes para dar con el sospechoso continuaron hasta las 7 de la mañana del sábado, cuando personal del destacamento policial de Fortín Tiburcio encontró el cuerpo sin vida de Walter Urbieta, junto a la motocicleta que había utilizado para escapar.
El hallazgo fue a la vera de la Ruta Provincial N°65, entre las localidades de Tiburcio y Agustina. Según los primeros reportes, el cadáver presentaba quemaduras, lo que refuerza la hipótesis de que el femicida tomó la decisión de suicidarse.
Personal de la Policía Científica, Bomberos y de la Fiscalía N° 1 de Junín, a cargo de la doctora Vanina Lisazo, trabajaron en la escena donde yacían los restos del presunto agresor.
La fiscal del caso Vanina Lisazo confirmó que por las huellas dactilares del cuerpo calcinado hallado en la escena, pudieron identificar a Urbieta.
Un hombre con antecedentes de violencia
Según indicaron medios locales, existía una medida cautelar de prohibición de acercamiento en contra de Urbieta, dictada tras varias denuncias realizadas por Leguiza. El dato refuerza la presunción de que la víctima vivió una situación prolongada de violencia de género, hasta que se produjo su punto de quiebre este viernes.
Urbieta actuó de manera letal, dejando sin madre a los siete hijos de la mujer. De los seis hijos que ambos tenían en común, tres son menores de edad, el más pequeño de 8 años.
En los primeros tres días del año, se trata del segundo femicidio registrado en 2025. El otro episodio se produjo ayer, en Monte de Maíz, provincia de Córdoba, donde Roberto José Basualdo (56), se suicidó al chocar contra varios árboles. Antes había matado a su esposa, Silvina Lorena Curbelo, de 42 años.
Según datos oficiales del Observatorio de la Violencia de Género, durante 2024 se identificaron más de 265 muertes violentas, 255 de las cuales fueron femicidios.