“Preguntar sobre el consumo de cannabis debe ser parte de la evaluación de los médicos para comprender el riesgo cardiovascular general de los pacientes, de forma similar a preguntar sobre fumar cigarrillos”, señaló en un comunicado de prensa el investigador principal, el Dr. Ibrahim Kamel, instructor clínico de la Facultad de Medicina Chobanian y Avedisian de la Universidad de Boston.
La marihuana es legal para uso recreativo en 24 estados y para uso médico en 39 estados de EEUU. Estos resultados muestran que no es inherentemente inofensivo, incluso cuando está legalizado en todo EEUU, dijeron los investigadores.
“A nivel de políticas, se debe hacer una advertencia justa para que las personas que consumen cannabis sepan que hay riesgos”, dijo Kamel. En el estudio, los investigadores analizaron los expedientes de salud de más de 4.6 millones de adultos menores de 50 años, comparando la salud cardiaca de los consumidores de cannabis con la de los no consumidores.
Todos los participantes en el estudio no tenían problemas de salud cardiaca al principio. Sus niveles de presión arterial y colesterol estaban dentro de un rango saludable, y no tenían diabetes, consumo de tabaco ni indicios de arterias obstruidas.
Durante un seguimiento promedio de más de tres años, los consumidores de marihuana tuvieron:
- Un riesgo más de seis veces mayor de ataque cardíaco en comparación con los no usuarios.
- Cuatro veces más riesgo de accidente cerebrovascular.
- El doble de riesgo de insuficiencia cardíaca.
- Triplica el riesgo de muerte relacionada con el corazón, ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
- Para verificar estos resultados, los investigadores realizaron una revisión de evidencia de seguimiento que involucró 12 estudios publicados anteriormente con más de 75 millones de participantes.
- Los datos agrupados mostraron que los consumidores activos de marihuana tenían 1,5 veces más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco en comparación con las personas que no consumen marihuana actualmente.
- Los investigadores tienen previsto presentar los resultados de la revisión de la evidencia el 29 de marzo en una reunión del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology) en Chicago.