Bordet trabajó impulsando el espacio de Alternativa Federal, cuando todavía la figura de Roberto Lavagna era una referencia dentro de ese sector del PJ. Sin embargo, con el objetivo de obtener su reelección, no descuidó vínculos con el kirchnerismo y cerró un acuerdo para recibir el apoyo de todas las corrientes del peronismo.
Benedetti, la apuesta del Gobierno nacional, aspiraba a estrechar distancias para tener alguna chance de luchar por la gobernación. El candidato planteó esta mañana, tras votar en la localidad de Larroque, que las elecciones primarias fueron sólo "una fotografía" y que "hoy se define el destino de Entre Ríos".
El desgaste de la marca Cambiemos, sin embargo, fue muy notorio en esta provincia. El mismo Benedetti alcanzó los 438 mil votos en 2017, cuando fue elegido como diputado. En las PASO fueron apenas 226 mil.
Es la décima oportunidad, desde el retorno de la democracia, que Entre Ríos elige gobernador. En siete se impuso un peronista. Bordet, como sus antecesores Jorge Busti o Sergio Urribarri, busca gobernar por segunda vez. El radical Sergio Montiel es el único dirigente que logró romper la hegemonía del PJ en este territorio en dos oportunidades.
En Entre Ríos, con un padrón electoral compuesto por 1.077.551 votantes, se renuevan las cámaras legislativas provinciales, intendencias y concejos deliberantes. El principal botín está en Paraná, donde Cambiemos busca la reelección del radical Sergio Varisco. Empujado por la victoria en las PASO, el vicegobernador peronista Adán Bahl aspiraba a arrebatarle la intendencia a Varisco.
Desde su sector denunciaron durante la jornada el "sistemático robo de boletas" en la mitad de los 74 colegios habilitados para votar en la capital entrerriana.