Con ese viraje, los promotores de la ley esperan sumar a la mayor parte del lote de 10 indecisos y así alcanzar un triunfo ajustado. De ser así, el proyecto volvería a la Cámara de Diputados, pero la despenalización del aborto estaría asegurada. ¿Cómo es eso? Según la reforma constitucional de 1994, la Cámara de origen no puede rechazar una iniciativa que ya aprobó. Los diputados sólo tendrían tres opciones: insistir con su propio proyecto, aceptar todos los cambios que vote el Senado o incorporar sólo algunos, lo que se conoce como insistencia parcial.
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Por el momento, las modificaciones que habrían consensuado serían las siguientes:
# Límite: el derecho a la interrupción del embarazo será hasta las 12 semanas de gestación, en lugar de las 14 que aprobó Diputados.
# Objeción de conciencia: se amplía a las instituciones de salud privadas el beneficio que sólo se le reconocía a los médicos.
# Castigo: eliminan la posibilidad de sancionar con prisión e inhabilitación a los médicos que se nieguen a practicar abortos.
# Financiamiento: crearán una partida presupuestaria -inexistente en la media sanción- para que los hospitales públicos afronten los costos.