El origen: entre la religión, la historia y la leyenda
La historia detrás del viernes 13 es difusa, pero no por ello menos fascinante. Existen múltiples teorías sobre cómo esta combinación de día y número adquirió una connotación tan negativa.
Una de las hipótesis más populares proviene del ámbito bíblico. Durante la Última Cena, Judas Iscariote —el traidor de Jesús— fue el decimotercer comensal. El viernes, por su parte, es considerado el día en que Jesús fue crucificado. La unión de ambos elementos habría dado origen a la superstición que hoy conocemos.
Otra teoría sugiere que Caín mató a su hermano Abel un viernes 13, lo que asociaría esa fecha con el primer fratricidio registrado en las escrituras judeocristianas.
Sin embargo, no todas las raíces de esta creencia provienen de la religión. Un hecho histórico particularmente trágico ocurrió el viernes 13 de octubre de 1307, cuando el rey Felipe IV de Francia ordenó arrestar, torturar y ejecutar a más de cien Caballeros Templarios, una orden militar religiosa que, según algunas leyendas, custodiaba secretos del cristianismo.
Este evento sangriento y la persecución a los templarios son citados con frecuencia como una de las principales causas que consolidaron la percepción del viernes 13 como una fecha maldita.
Muertes trágicas que alimentan el mito
Más allá de los eventos medievales o bíblicos, el viernes 13 también ha sido escenario de muertes y tragedias en la era moderna, lo que ha reforzado la creencia en su mala fortuna.
Uno de los casos más conocidos es el del rapero Tupac Shakur, quien fue asesinado un viernes 13 de septiembre de 1996. Años después, en otra coincidencia macabra, la reconocida chef estadounidense Julia Child falleció un viernes 13 de agosto de 2004. Estos casos son utilizados como ejemplos de cómo esta fecha sigue vinculada a episodios sombríos.
El impacto tangible de una superstición
Aunque parezca una simple creencia sin consecuencias reales, lo cierto es que el viernes 13 tiene un impacto económico y social concreto.
Según National Geographic, más del 80% de los edificios altos en Estados Unidos omiten el piso número 13. Lo mismo sucede con hospitales y hoteles, que evitan tener habitaciones o salas con ese número. Incluso en algunos aeropuertos internacionales, la puerta 13 está ausente.
Pero quizás lo más sorprendente es el efecto económico. Donald Dossey, historiador y fundador del Centro de Manejo del Estrés y del Instituto de Fobias en Carolina del Norte, estima que se pierden entre 800 y 900 millones de dólares en negocios cada vez que cae un viernes 13.
¿La razón? Muchas personas evitan volar, firmar contratos, iniciar proyectos o tomar decisiones importantes en ese día, lo que impacta directamente en la actividad económica.
Cuando el 13 es un número de suerte
No todas las culturas comparten la visión negativa del viernes 13. De hecho, en algunas tradiciones, el número 13 tiene un valor completamente opuesto.
Por ejemplo, en las culturas paganas, el número 13 está asociado con lo femenino y con los ciclos naturales, especialmente las 13 lunas llenas que suelen ocurrir en un año. Para estas cosmovisiones, lejos de ser de mala suerte, representa un número sagrado, de transformación y renovación.
Incluso en el Tarot, el número 13 está representado por la carta de la muerte, pero su significado es simbólico: se trata de un fin que da paso a un nuevo comienzo, un renacimiento.
La fascinación por lo desconocido
Parte del poder del viernes 13 radica en su ambigüedad. Es un día que, pese a estar envuelto en connotaciones negativas, también despierta curiosidad, morbo y fascinación.
Las redes sociales se llenan de memes, anécdotas, advertencias y teorías cada vez que se aproxima esta fecha. Para algunos, es una oportunidad para explorar lo esotérico; para otros, un recordatorio de cuán influenciables pueden ser nuestras decisiones cotidianas frente a lo simbólico.
En la cultura occidental, el miedo al número 13 incluso tiene nombre: triscaidecafobia. Y cuando se combina con el viernes, la fobia se transforma en “parascevedecatriafobia”, un término poco conocido pero que afecta la vida de miles de personas.
¿Coincidencia o construcción cultural?
Lo cierto es que el miedo al viernes 13 no tiene una única explicación. Es el resultado de siglos de narrativas religiosas, hechos históricos, influencias culturales y un potente aparato mediático que ha transformado la superstición en fenómeno global.
El cine de terror, con sagas como “Viernes 13”, ha sido una pieza clave en este proceso. La imagen del asesino enmascarado Jason Voorhees quedó instalada como un símbolo del terror asociado a esta fecha, intensificando su influencia en la cultura popular.
A pesar de los esfuerzos por racionalizar nuestras decisiones, las supersticiones como el temor al viernes 13 siguen vivas. Tal vez porque, en el fondo, nos recuerdan que hay cosas que escapan a nuestro control. Que por más lógica que apliquemos, siempre habrá espacio para lo impredecible.