El problema es que esta actitud está teniendo un crecimiento entre los miembros de la Generación Z, sobre todo por la gran importancia que le conceden a su imagen en las redes sociales. Si bien el término fue acuñado para referirse a las relaciones que establecían algunas celebrities para aumentar su popularidad, parece que nadie está exento de sufrirlo. De acuerdo con una encuesta llevada a cabo por la app de citas online Plenty of Fish, el 27% de los usuarios sospechaba haber sido en algún momento víctima del throning y, lo que es peor aún, hasta un 9%, reconocía haberlo practicado.
Las señales que alertan del throning
Da igual si el objetivo es aumentar el número de seguidores en las redes sociales, escalar a nivel laboral o regodearse con la nueva conquista para aumentar la autoestima. El perpetrador del throning no dejará de preguntarnos por nuestra reputación, que no es sino lo que realmente le interesa de nosotros. Tampoco se cortará a la hora de vanagloriarse de lo mucho y muy rápido, que crece su popularidad, pues es el fin por el que continúa en la relación.
Los que es peor aún, jamás dejará que los demás vean cómo se comporta verdaderamente con nosotros. Es cierto que nos llenará de elogios en público, pero nos ignorará cuando estemos solos. Además, nunca estará ahí cuando necesitemos su ayuda o consuelo y, como en realidad no le importamos, no compartirá nada de su vida con nosotros para no crear un vínculo emocional.
Según manifestó Jiménez, el throning es en sí mismo una forma de manipulación que puede generar una gran merma de la confianza y la autoestima de quien lo sufre, por eso hay que estar atentos a las señales para no caer en este tipo de relaciones.