Las autoridades locales entendieron que las las olas de Theaupo’o ofrecerían un desafío de nivel olímpico para los atletas y brindarían a los fanáticos de Tahití y de todo el mundo una experiencia sobrecogedora. Es un sitio de referencia para todos los surfistas y que integró el Campeonato del Mundo Pro Tahití durante más de dos décadas, uno de los eventos más desacados en la especialidad masculina.
¿Por qué las autoridades eligieron como sede a Teahupo’o, Tahití, la Polinesia Francesa para el surf? “La decisión de albergar el surf en Tehaupo’o refleja la ambición de París 2024 de expandir los Juegos por toda Francia. Brinda la oportunidad de involucrar a territorios franceses de ultramar y a sus comunidades en los Juegos Olímpicos -por primera vez en la historia- mientras que refleja el rico y diverso patrimonio de este país”, argumentaron desde la organización.
“París 2024 tiene como objetivo llevar las celebraciones a nuevos horizontes y deleitar a su audiencia con deportes maravillosos en el mismo espíritu que ha guiado a los Juegos Olímpicos desde su concepción (...) En su segunda aparición olímpica tras los Juegos de Tokio en 2021, el surf encontró un escenario digno del evento en la ola Tehaupo’o de Tahití, consagrada como una de las más selectivas y, sin dudas, una de las más hermosas del mundo”, apuntaron en el sitio web oficial.
La sede de la competición fue diseñada con el fin de proteger el extraordinario entorno natural de la isla y la Villa de los Atletas estuvo compuesta por hogares modulares. En tanto, el evento no afectó a la costa, ya que las olas rompen mar adentro, y los fanáticos pudieron disfrutar de las emociones en vivo, mientras celebraron diferentes aspectos de la cultura polinesia, el espíritu olímpico y los valores de París 2024.
Ahora que culminó la competencia, pese a que el espacio de Tehaupo’o continuará albergando el Tour Mundial de Surf, las instalaciones a pequeña escala realizadas para los Juegos serán removidas después. La Villa de los Atletas, establecida con estructuras basadas en los tradicionales hogares polinesios conocidos como “farès”, será reubicada y restablecida como viviendas sociales, beneficiando así a las comunidades locales.
FUENTE: Infobae