El hallazgo se anunció en dos artículos que han sido aceptados para su publicación en The Astrophysical Journal Letters. Se trata de un posible anticipo de los tipos de descubrimientos que serán posibles en el futuro, a medida que evolucionen las herramientas de los astrónomos para buscar exoplanetas, en particular los que son como nuestra Tierra.
Cómo es Alfa Centauri
Tres estrellas conforman Alfa Centauri. Pero solo dos, Alfa Centauri A y Alfa Centauri B, son como nuestro sol. Están en una órbita fija cercanas la una de la otra. Rodeando a este par desde más lejos, hay una débil enana roja conocida como Próxima Centauri.
Las estrellas en sí son “bastante comunes y corrientes”, dijo Charles Beichman, astrónomo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y del Instituto de Tecnología de California. Pero el sistema es una piedra de toque para las investigaciones de estrellas similares a nuestro sol, añadió Beichman, porque cósmicamente hablando, “está aquí al lado”.
Una imagen infrarroja del telescopio espacial James Webb, que utiliza una máscara coronográfica para bloquear el brillante resplandor de Alfa Centauri A (representada en el centro), revela un posible planeta (encerrado en un círculo a la izquierda) orbitando la estrella. (NASA vía The New York Times)
Hasta ahora, solo Próxima Centauri tiene planetas conocidos. Los astrónomos descubrieron esos mundos indirectamente, midiendo el modo en que su gravedad jala a su estrella.
Captar una imagen de un planeta es un método más directo, pero también más difícil. Los astrónomos deben aislar la débil luz que emite el planeta del brillo más vibrante de su estrella anfitriona. Según Aniket Sanghi, estudiante de postgrado de Caltech que participó en el descubrimiento, hasta ahora la imagen directa se ha utilizado mejor para encontrar planetas jóvenes y masivos, porque son más calientes y arden con más intensidad.
Con el telescopio Webb, esa tendencia puede cambiar
Lanzado en 2021, los científicos diseñaron el telescopio espacial para observar los confines del cosmos. Pero el pasado mes de agosto, cuando los astrónomos lo apuntaron hacia Alfa Centauri, puso sus ojos mucho más cerca de casa.
Un coronógrafo del telescopio bloqueó la mayor parte del resplandor de Alfa Centauri A. Esto, combinado con un astuto procesamiento de imágenes para eliminar el resplandor de Alfa Centauri B, fue suficiente para que los astrónomos distinguieran una tenue mancha de luz: un posible planeta.
Los análisis posteriores descartaron que se tratara de un asteroide que se hubiera colado en la foto, una galaxia de fondo o un artefacto de la imagen.
“Pasamos más de un año intentando eliminar este objeto en nuestras imágenes, pero no lo hemos conseguido”, dijo Sanghi.
El planeta, si es que lo es, tiene aproximadamente el tamaño de Júpiter y la masa aproximada de Saturno. Orbita Alfa Centauri A cada dos años terrestres, aproximadamente a una o dos veces la distancia entre nuestro Sol y la Tierra. Tiene una temperatura de unos 48 grados Celsius bajo cero.
Para afirmar un descubrimiento, los astrónomos tendrán que volver a ubicar el planeta, ya sea con el telescopio Webb, con otro observatorio en tierra, o en el espacio. El Telescopio Extremadamente Grande, un observatorio europeo en construcción en Chile, podría ayudar. También podría hacerlo el Telescopio Espacial Roman de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para mayo de 2027.
Captar la imagen directa de los planetas es difícil, más aún cuando hay múltiples fuentes de luz cerca, como en Alfa Centauri. Pero la técnica tiene una gran recompensa: brinda abundante información sobre los planetas, como su tamaño, masa, temperatura y distancia a la estrella anfitriona.
“Esta es realmente la única técnica que podremos utilizar para buscar biofirmas, o cualquier tipo de firmas de habitabilidad”, dijo Beichman.
El Observatorio de Mundos Habitables, un telescopio espacial propuesto como próxima misión emblemática de la NASA, utilizará imágenes directas para buscar exoplanetas similares a la Tierra alrededor de estrellas situadas a decenas de años luz. Según Beichman, descubrimientos como el de un planeta gaseoso gigante mucho más cercano a nosotros suponen un avance hacia ese objetivo.
“Este es el primer paso”, dijo. “Lo estamos haciendo con Webb”.
(*) Por Katrina Miller