El proceso de reintroducción de especies en El Impenetrable comenzó en 2019, cuando se descubrió a Qaramta, un gran macho solitario. A partir de ese hallazgo, la Fundación Rewilding Argentina, en colaboración con la Provincia del Chaco y la Administración de Parques Nacionales (APN), impulsó la construcción de un centro de reintroducción en el corazón del parque. Dada la ausencia de hembras silvestres, fue necesario trasladar ejemplares de cautiverio. Con una de ellas, Tania, Qaramta logró reproducirse, y el 30 de enero de 2021 nacieron Nalá y su hermano Takajay en los corrales del centro. Nalá fue finalmente liberada el 18 de agosto de 2024 y, desde entonces, habita libremente en el parque junto a otras hembras, todas resultado del mismo programa de restauración.
El seguimiento de Nalá ha sido constante. Desde fines de febrero de 2024, los técnicos de la Fundación Rewilding Argentina detectaron, a través del collar de monitoreo, que la hembra permanecía durante semanas en un mismo lugar, lo que sugería que había parido. Las cámaras trampa registraron imágenes de Nalá con signos físicos de lactancia, pero no se logró captar a la cría. El 20 de mayo, la aparición de pequeñas huellas junto a las de Nalá en las costas del Bermejo constituyó la primera evidencia concreta de la presencia de un cachorro, aunque no se obtuvieron nuevas pruebas hasta el avistamiento de julio.
La participación de la comunidad local ha sido fundamental en este proceso. Pablo Luna y Darío Soraire, ambos habitantes del área y guías de observación de fauna, fueron los primeros en documentar el regreso reproductivo del yaguareté. La familia de Luna también se ha involucrado en el desarrollo de actividades turísticas y económicas asociadas al parque: uno de sus hermanos gestiona el parador de comidas Qaramta en el Camping La Fidelidad, mientras que su padre y otros familiares han establecido un camping en el Paraje La Armonía y ofrecen excursiones en kayak y bicicleta. Esta integración de la conservación con el desarrollo local ha generado nuevas oportunidades y ha fortalecido el vínculo entre la comunidad y el entorno natural.
El nacimiento y la confirmación de la cría de Nalá no solo representan un avance para la recuperación del yaguareté en el Chaco, sino que también simbolizan una nueva etapa para el ecosistema chaqueño y para quienes habitan y protegen el territorio. La presencia de jóvenes como Pablo y Darío, comprometidos con la naturaleza y el desarrollo sostenible, refleja el surgimiento de una economía y una relación renovada con el monte chaqueño, donde la esperanza y la vida silvestre vuelven a florecer.
FUENTE: Infobae