La albahaca es una de las plantas aromáticas más usadas en la gastronomía. Sin embargo, en muchos casos podemos llegar a tener en la cocina un excedente de albahaca fresca. Para que la misma no se eche a perder, a continuación te enseñaremos a conservarla para disfrutarla más adelante.
Es por ello que a continuación te enseñaremos 3 métodos súper efectivos para poder secar albahaca correctamente y sin desperdiciarla.
¿Cómo secar albahaca correctamente?
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Antes de comenzar a secar la albahaca, debes seleccionar las hojas que estén en mejor estado y lavarlas. Evita las hojas marchitas o manchadas. Luego tendrás que secar las hojas con papel de cocina.
Si vas seguir el método se secado natural, solo tendrás que atar varias ramitas de albahaca con un hilo y dejarlas en un lugar donde circule el aire. Deja que la albahaca se seque al aire durante 1-2 semanas. Una vez que las hojas se rompan fácilmente al tacto, están listas.
Otro método para secar la albahaca consiste en el horno. Para ello tendrás que lavar varias hojas de albahaca, secarlas con papel de cocina y luego colocarlas en una bandeja para horno. Introduce la bandeja en el horno precalentado y deja que la albahaca se seque durante 1-2 horas. Controla el proceso para evitar que las hojas se quemen.
Pocas personas saben que las hojas de albahaca también pueden secarse en el microondas. Coloca las hojas lavadas y secas de albahaca en un plato apto para microondas y cocínalo en el microondas durante 30 segundos a potencia media.
Deja reposar las hojas de albahaca durante unos 30 segundos antes de comprobar si están crujientes. De lo contrario, vuelve a cocinarlas en el microondas durante lapsos de 10 segundos, asegurándote de que no se quemen.