Vanesa León García, miembro del Comité de Prensa de la Asociación de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (Addinma), asegura que el ajo negro está compuesto por sustancias y nutrientes importantes para la salud, como vitaminas, minerales y aminoácidos.
El ajo contiene un gran número de aminoácidos, las unidades estructurales básicas que conforman las proteínas del organismo. Por eso es recomendable para la formación y reparación de huesos, articulaciones, tendones o ligamentos. Es especialmente rico en el aminoácido cisteína, con actividad antioxidante. Además el ajo negro aporta todos los aminoácidos esenciales, denominados así porque el cuerpo no es capaz de fabricarlos y debemos ingerirlos a través de la alimentación, dice la profesional.
El sabor del ajo negro es ligeramente más dulce que el blanco, y uno de sus principales beneficios es que retrasa el envejecimiento celular y la aparición de enfermedades degenerativas y crónicas.
Además se han realizado estudios clínicos que revelan que el ajo negro mejora la circulación sanguínea, reduce la tensión arterial, disminuye la agregación plaquetaria y ayuda a controlar los niveles de colesterol sanguíneos.