El gobernador repasó su trayectoria, marcada por victorias y derrotas, para subrayar su visión sobre la política como proceso. “En mi vida me ha tocado perder y me ha tocado ganar. En 2007 perdí, en 2011 gané, en 2019 volví a perder y en 2023 me tocó ganar. Así es la vida”, sostuvo con tono reflexivo.
Mientras continúan las inauguraciones de obras —viviendas, centros de salud y caminos—, Orrego aprovechó para marcar diferencias con otros dirigentes locales. Sin nombrarlos directamente, apuntó contra sectores del justicialismo provincial: “Lo más importante es sentirse cómodo con el lugar que uno ocupa. Yo me siento cómodo con mis candidatos, sabiendo que van a defender los intereses de San Juan sobre cualquier interés partidario”.
Respecto a la relación con el presidente Javier Milei, el mandatario fue claro: “El vínculo no solo es necesario, sino deseable. Hay muchos temas que resolver y el mejor socio de un presidente son los gobernadores”. Con esa frase, Orrego volvió a tender puentes con la Casa Rosada en busca de diálogo institucional.
El gobernador también se refirió a las dificultades financieras que atraviesa la provincia, producto de la caída de transferencias nacionales. “Hoy administro el 60% de lo que administraban las gestiones anteriores, y así y todo estamos inaugurando casas, hospitales, centros de desarrollo infantil y de salud”, señaló.
Con el resultado electoral ya asumido, Orrego adelantó que buscará “la ingeniería necesaria” para conservar la mayoría en la Cámara de Diputados provincial y garantizar la gobernabilidad. “Mi compromiso sigue siendo con los sanjuaninos. No nos define un resultado, nos define el trabajo que hacemos cada día”, concluyó.