Las autoridades también buscan a un nuevo sospechoso, un hombre mayor de edad que habría estado presente en la pelea y se dio a la fuga tras el incidente. La jueza a cargo ordenó su captura, y la Policía continúa desplegada en distintos sectores para localizarlo.
De acuerdo con la autopsia, Emir murió a causa de un shock hipovolémico por hemorragia, provocado por un disparo de arma de fuego en el pecho. Los peritos extrajeron de su cuerpo un proyectil que, según las primeras estimaciones, sería calibre .22, aunque los especialistas en balística deberán confirmarlo.
La bala será cotejada con las estrías de las dos armas secuestradas durante los allanamientos, mientras que el barrido electrónico a los detenidos resultará clave para determinar quiénes efectuaron los disparos.
En las próximas horas, el fiscal Sebastián Gómez solicitará la formalización de la investigación penal preparatoria (IPP) e imputará a los sospechosos por homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de coautores funcionales. Por la gravedad del delito, pedirá además prisión preventiva durante el desarrollo de la causa.
El crimen de Emir Barboza deja una herida abierta en Rawson. Un niño perdió la vida por la violencia ajena, y una escuela entera hoy guarda silencio, aferrada al recuerdo de su sonrisa.