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"¡Cómo necesitamos recuperar la cultura del trabajo!"

En el Día de San Cayetano, el arzobispo de San Juan de Cuyo, Jorge Lozano, emitió su mensaje para los fieles.

En el Día de San Cayetano, el arzobispo de San Juan de Cuyo, Jorge Lozano, emitió su mensaje para los fieles.

"Los Santos son amigos de Jesús y de nosotros, su pueblo. Tienen la misión de rezar por lo que nos hace falta, acercar nuestras peticiones al corazón del Buen Pastor.

El ejemplo de su vida entregada nos estimula para crecer en fidelidad a la Palabra de Dios. Son como los faros en la noche que nos muestran el camino seguro para llegar al puerto que deseamos.

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San Cayetano es uno de los Santos más conocidos, y del cual se han multiplicado capillas y centros de culto en diversos lugares del país.

Cada 7 de agosto en el Santuario Mayor del barrio de Liniers en Buenos Aires se elabora un lema para ayudar en la oración a los peregrinos. El de este año comienza reconociendo la cercanía del Santo: “Gracias, San Cayetano, por acompañarnos”. Expresa confianza y, a la vez, da testimonio de la experiencia de tenerlo como compañero de camino. Acompañar es algo muy especial. Implica hacer caminos juntos, pero no reemplaza la marcha que cada uno debe realizar. Tampoco mira nuestra vida desde afuera, como si fuera un director técnico.

Con esta experiencia nos animamos a pedir lo que necesitamos, no sólo para cada uno, sino para la familia, el barrio, la patria. “Ayudanos a cuidarnos como hermanos”, finaliza el lema. Cuidar ante la agresión, ante las injusticias, ante la incomprensión. Muchas familias viven a la intemperie, tienen viviendas sumamente precarias. Comen salteado y pasan hambre. Hace falta cuidar del hambre y la miseria que dejan secuelas irreparables.

Encontramos cada vez más gente con la vida rota en mil pedazos, como cuando se rompe el vidrio de un auto. La tarea de recomponer parece imposible y nos puede ganar el desaliento. Por eso pedimos con insistencia, “ayudanos a cuidarnos como hermanos”, que no dejemos crecer la indiferencia ante el sufrimiento.

Tradicionalmente a San Cayetano lo identificamos como el Santo de “la paz, el pan y el trabajo”.

Queremos construir la Paz en una sociedad crispada, con malos tratos e insultos, con robos y violencia. Por momentos pareciera que la vida vale muy poco. Pedimos por la Paz en Ucrania.

El Pan que alimenta no es individual, es el de la familia para que puedan compartir la misma mesa. Jesús nos recuerda en el Evangelio que “no sólo de pan vive en hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios” (Mt. 4, 4). Hace falta el pan de la educación, de la cultura, de la amistad social.

Del Trabajo que dignifica cuando es realizado como contribución al bien común. Cuando es remunerado con justicia. ¡Cómo necesitamos recuperar la cultura del trabajo!

La Conferencia Episcopal Argentina ha publicado un mensaje hace pocos días entorno a esta celebración. Te comparto un párrafo que nos alienta en la oración y el compromiso:

“Pedimos también el pan de la fraternidad, porque el pan no se come en soledad, se comparte en la mesa de familia, en comunidad. ¡Cuánto necesitamos este pan en una sociedad agrietada y enfrentada donde no acabamos de entender que ‘nadie se salva solo’ y parece imposible generar proyectos comunes, donde la verdadera brecha se agiganta cada vez más en relación a los últimos, a los que padecen la pobreza y peor aún la indigencia! ¡Cuánto bien nos haría dialogar y compartir el pan de las ideas y de las prácticas que construyan una fraternidad política, para pensar prioritariamente en quienes más sufren esta crisis y para buscar soluciones honestas y realistas que prescindan del uso clientelar de la necesidad de la gente! Se necesita más que nunca en los políticos un ejercicio de la responsabilidad que vaya más allá de los propios intereses. Así aparecerá en nuestro horizonte la paz y la amistad social, que también están incluidas en ese pedido sencillo y a la vez esencial de ‘paz, pan y trabajo’”.

Quisiera sumarme a la alegría del envío de la Peregrinación de la Virgen de Luján que visitará los Hogares de Cristo de nuestro país y que se inició con una misa celebrada en el Santuario porteño de San Cayetano en su día. Esta Peregrinación finalizará en marzo del año que viene en el santuario de Luján para celebrar los 15 años de la Familia Grande Hogar de Cristo y los 10 años de pontificado de Francisco. Que la caminada de nuestra Mamá de Luján por la Argentina nos reparta ternura a su paso y nos renueve en la fe en su hijo Jesús."