Herramienta indispensable en el arte de la seducción, por años las mujeres han comprobado el efecto que produce en los hombres la lencería. Como estas prendas resaltan los atributos femeninos, independiente de la talla que tengan quienes las usan, la vista de sus parejas vistiendo un lindo conjunto de encaje, o un sugerente corset, siempre va a provocar una reacción en novios, maridos y amantes. Una buena reacción, claro.
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Pero, ¿de dónde viene esto? Como la lencería no nos acompaña desde los albores de la humanidad, está claro que la irresistible atracción que genera es un fenómeno que se ha ido desarrollando a través del tiempo y el uso.
Y eso fue lo que investigadores de la Universidad de Concordia en Montreal, Canadá, quisieron averiguar.
En una reciente reunión de la Sociedad de Neurociencia, un equipo de científicos demostró que este comportamiento no es exclusivo de los humanos. Y para ello presentó un estudio realizado con ratas.
¿Ratita sexy?
Los científicos “vistieron” un grupo de ratas hembras con una especie de chaquetita y mantuvieron otro grupo sin ropa. Luego, tomaron dos grupos de machos vírgenes, y los juntaron separadamente con las hembras.
Después de esta primera experiencia, los investigadores mezclaron los grupos, y pudieron observar que los machos que no habían estado con hembras vestidas se aparearon normalmente con cualquiera, pero los que habían perdido su virginidad con las hembras de chaqueta volvieron a preferirlas con ropa.
En un segundo experimento, los científicos entrenaron a dos grupos de machos vírgenes, uno que asociaba a las hembras con chaqueta con un premio sexual (copulación con una hembra sexualmente receptivas) y otro que las relacionaba con una inhibición sexual (copulación fracasada con una hembra sexualmente no receptiva).
Los resultados mostraron que los machos asociados con el premio sexual tuvieron una copulación efectiva con las hembras con chaquetas, mientras que aquellos que tuvieron la inhibición se mostraron mucho más reacios.
Y esto, ¿qué demuestra?
Según Gonzalo Quintana, uno de los autores del estudio, los datos obtenidos reflejan que la atracción hacia las ratas con ropa se debe en función a la experiencia. Al asociar el macho desde un principio la ropa con satisfacción, a futuro se mostrará más entusiasta con compañeras que lleven la prenda.
Quintana explica que indica que la atracción de los hombres hacia la lencería podría deberse a un fenómeno parecido, ya que este tipo de prendas están asociadas a experiencias sexuales satisfactorias.
Fuente: guiteca