Cuando el sol quemaba, y la temperatura marcaba cerca de 39°C, a las 15.45 del lunes, un escenario de horror. En una finca de Casuarinas, un revuelo se gestó cuando un lugareño, trabajador del lugar, se topó con el cuerpo sin vida de una persona. Su estado avanzado de descomposición, hacía presumir en un primer momento que podría tratarse de una muerte tardía.
El trabajador asumió en su testimonio que no quiso tocar nada y que, de inmediato, llamó a la policía. Cuando los investigadores llegaron no vieron nada raro, excepto por un detalle, el rigor mortem y el estado de la descomposición cadavérica sumado al aspecto del cuerpo. A esto se le sumó otro dato, un cable "pelado" cerca del cuerpo. Esto podría revelar un accidente, pero los pesquisas no quisieron apresurarse a sacar conclusiones.
El dato superior que llamó la atención en la escena, que fue identificado en la colección de evidencia, tiene que ver con una bolsa. ¿Qué contenía? dinero en efecto, mucho. Eran cerca de $100.000, aunque no se puede asegurar aún si se trataba de todo el dinero.
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La explicación del porqué de la cifra se clarificó cuando los familiares del difunto llegaron al lugar. El hombre, quien fue identificado como Ángel Carrizo, había cobrado un préstamo de ANSES días atrás. Y ahí se desprenden ciertas hipótesis y se descartan otra, como la del robo. Es que Carrizo tenía sus pertenencias y si quisieron robarle algo, podrían haberse alzado con un interesante botín. Sin embargo, la plata estaba.
Tachando entonces la hipótesis del robo, quedó latente la del accidente seguido de muerte por electrocución, aunque esto aún generaba ciertas dudas. Lo que sí, trabajaban con la convicción de que en el cuerpo no se advirtieron a primera vista imágenes de violencia. Entonces, el homicidio también podía descartarse en ese momento.
Estas observaciones se hicieron por el personal de Criminalística y por la médica forense que llegó al lugar, según confió a sanjuan8.com el fiscal de Delitos Especiales, Francisco Pizarro.
"El cadáver del hombre se encontraba en avanzado estado de descomposición y deshidratado, pero lo curioso fue que el hallazgo se produjo en la siesta y su hijo manifestó haber estado con él cerca de las 11 am, entonces los números no cerraban" contó el fiscal.
Claro, es que las altas temperaturas hicieron lo propio, sumado a que la autopsia reveló lo que no sabían: el hombre había estado bebiendo alcohol previamente y contaba con un aparente problema de alcoholismo, según reveló la autopsia; por eso se deshidrató de inmediato.
Carrizo no trabajaba en esa finca, pero vivía a pocos metros. Dicen que el hombre extraía de ahí cañizos para sus trabajos personales. También se dijo que andaba con miedo con el dinero porque no tenía donde dejarlo y por eso andaba con él acuestas. Otra de las versiones, la que sonó más fuerte, hablaba de la idea de querer enterrar el dinero en un pozo. Nada de esto pudo probarse. No había pozo en el lugar, lo único que hallaron fue Carrizo boca abajo, sin vida, con un leve golpe en el labio producto de la caída.
El caso se cerrará así; sin muerte violenta ni accidente, la misteriosa muerte de Ángel Carrizo ya tiene su cierre.