/// Por María Eugenia Vega
Brian Odorcic está vivo, Ismael no. Y aunque Eugenia y Ronald saben que el odio no les devolverá a su pequeño Isma, sus vidas ya no son las mismas.
Por eso, decidieron borrar de su mente aquel video que trascendió en los medios, donde se ve a su hijo malherido, devastado por las cuatro puñaladas que recibió de un sujeto desconocido que caminaba cerca suyo y de su mejor amigo Ricardo, para robarles.
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Le robó la vida, lo más preciado que tenía; y este próximo lunes recibirá la condena por escrito, acordada por la Fiscalía y la defensa, que lo dejará dentro de la cárcel unos 8 años más. Es posible que en 3 años, porque ya hace dos que está preso, Brian pueda recibir algún beneficio carcelario que le permita salir.
El hecho que le quitó la vida a Ismael
Salía del boliche ubicado en General Acha y Lateral con su amigo Ricardo cuando ambos tomaron la peor decisión: caminar hasta llegar a calle España. En la esquina de República del Libano, un sector iluminado, decidieron esperar el colectivo para terminar la noche.
"¿Qué hora es?", preguntó Ismael. Su amigo sacó el celular y vio la hora: "Las 5.30", por eso quedó tan grabada en la memoria del joven que lo acompañaba la hora de la desgracia. En ese momento, Ismael vio que Odorcic, que caminaba por enfrente cabizbajo y una capucha que le cubría el rostro, se acercaba a ellos. "¡Ojo con éste!", alcanzó a decir, cuando Odorcic se fue contra Ricardo y le exigió el celular.
Cuando Ricardo se hizo para atrás para evitar que el agresor le quitara el teléfono, Ismael vio la punta que sacaba de su bolsillo. No dio tiempo a nada más. Ismael pegó el grito y "se puso en el medio". Ahí recibió cuatro puntazos, en medio de un forcejeo.
Aunque Odorcic intentó escaparse con el móvil en su mano, fue alcanzado a pocos metros por estos dos jóvenes en calle España. Allí fue que apareció un auto con personas en su interior, quienes creyeron que se trataba de una pelea.
Una joven que estaba presente preguntó: "Alguien está herido, ¿quién es?", en ese momento Ismael dijo "fui yo" y se desvaneció. Después de eso, nunca más abrió los ojos.