El sanjuanino remarcó que este regreso tiene un valor especial. “Vamos a correr contra pilotos que están en plena actividad profesional y con equipos muy fuertes. Por eso lo más importante es disfrutar, compartirlo con la gente de San Juan y sentir de nuevo el calor del público”, señaló.
Paso a paso y vuelta tras vuelta
Flaqué estará al mando de un Chevrolet sedán, un modelo que comparte pista con los SUV que hoy predominan en la categoría. “La adaptación será clave. Hay que tenerle respeto al Zonda. Lo haré paso a paso, vuelta tras vuelta, adaptándome al auto y a la pista”, explicó.
Además, destacó el cambio técnico que vive el TC2000 con la llegada de los SUV. “Son autos hermosos, rápidos, que doblan muy bien. La gente se va a sorprender. La idea de la categoría es que el año que viene ya sean todos SUV”, adelantó.
“No corro para demostrar, corro para disfrutar”
A sus 49 años, Flaqué afronta este desafío desde otro lugar personal. “Cuando sos joven corrés para demostrar; con los años corrés para disfrutar. Hoy tengo la experiencia que antes no tenía, pero también los pies sobre la tierra. No pretendo pelear mano a mano con pilotos que están en plena actividad. Sí quiero hacer lo mejor que pueda”, reconoció.
El regreso al Zonda también llega en un momento de conexión fuerte con su familia y, especialmente, con sus hijas, Constanza y Delfina, quienes heredaron la pasión por el automovilismo. Delfina, de 11 años, ya compite en karting y lo emociona verla acelerar. “Me impresiona lo rápido que aprenden. Yo trato de transmitirle mi experiencia, pero sin presionarla. Quiero que lo disfrute, que entienda que se gana y se pierde, y que esto es una escuela de vida”, aseguró.
“Ella disfruta a su manera. Nosotros tratamos de acompañarla, de que no deje de ser una nena, de que viva su infancia. Hay cosas que puedo acortar con mi experiencia, pero hay otras que las tiene que vivir ella. Eso me emociona mucho”, agregó con orgullo de padre.
Entre la nostalgia y la crítica
El piloto también reflexionó sobre cómo ha cambiado el automovilismo. “Cuando corría yo, era todo más puro. Hoy hay cuestiones políticas que no me gustan, como las trabas entre categorías. Me gustaría que vuelva a ser como antes, que cada uno corra donde quiera”, opinó.
Aunque no está involucrado de manera formal, Flaqué colabora activamente con la organización de competencias locales y con el autódromo. “Siempre trato de ayudar desde mi lugar. Si puedo aportar algo, lo hago encantado. Me gusta ser un nexo, un embajador de San Juan en este deporte que tanto amo”, expresó.
El rugido volverá a escucharse en el Zonda, y para Fabián Flaqué, esta vez no se trata solo de velocidad: es un reencuentro con su historia, su gente y su pasión.
Por Gabriel Rotter.