Desde un primer momento, cuando Esteban William Pacheco fue interrogado por la Policía, resaltó que no creía que el culpable fuese el papá de su nieta. Incluso dijo a este medio que no creía que fuera un habitante del departamento porque notó que no conocía la zona donde dejó el cuerpo (lugar que atraviesan diariamente los vecinos para llegar hasta la RP60 donde tienen la parada del colectivo).
Sin embargo, con el correr de las horas la situación de Pacheco se complica aún más. Es que recolectaron los residuos debajo de las uñas de Leila para determinar si hay tejidos del imputado, ya que este tiene rasguños en su cara. "Dijeron que justo cuando mataron a mi hija, él apareció herido justificando que se había caído de la moto", expresó Paula. La Justicia espera el resultado de la pericia para demostrar que Leila se habría defendido del ataque y el cotejo de las manchas de sangre en la ropa del implicado para definir si son o no compatibles con la joven. "El cuerpo de mi hija habla y ella me va a decir quién fue", aseguró. Se espera que en los próximos días el juez del Tercer Juzgado de Instrucción lo llame a indagatoria para dar su versión de los hechos que se le imputan.
La firmeza en la investigación y en la postura de la Fiscalía que lo señala a Pacheco de forma contundente como el presunto autor del femicidio de Leila hizo que Paola cambiara de opinión respecto de él. "En un primer momento pensé que era imposible, porque es muy buena persona, pero a partir de que la investigación apunta a él, sólo quiero que no salga más (de la cárcel)", dijo con la vos entrecortada.
Leila y Esteban se conocieron hace 5 años e intentaron convivir cuando tuvieron a su hija pero sólo duró tres meses la relación y hace 6 meses se separaron, según comentó Paula a este medio.
Ahora se concentra en la pequeña y los cuidados que requiere. Ámbar tiene tres años y pregunta por su mamá, pero su abuela, a tan sólo dos días del crimen de su hija, no encuentra una respuesta y en ese momento el dolor la invade.
Pero su fortaleza por encontrar Justicia no cesa pese a la angustia. "No hay dinero ni poder que haga que el que la mató esté en 8 o 10 años afuera. Quiero cadena perpetua, quiero que se muera en la cárcel", finalizó.