La víctima documentó todo el episodio con su celular. También comentó que, luego del ataque, la pareja del jubilado le pidió que "no haga quilombo porque no estaba pasando nada". Ella, igualmente, se comunicó con la línea 911.
Sin embargo, los oficiales le informaron que no podían llevárselo de la casa porque se trataba de una persona mayor. Horas después, el fiscal a cargo del caso ordenó que lo trasladen en un patrullero. Sobre eso, Agustina precisó: "Como él dijo que tenía seis stents, se lo llevaron internado y yo fui a hacer la denuncia".
La joven estuvo hasta las cuatro de la mañana tramitando la demanda, de acuerdo a su relato, y, al terminar, le entregaron un botón antipánico como medida de protección. Por su parte, el jubilado continúa internado.
Durante el móvil, además, recordó otras situaciones similares que involucran al vecino. “Yo vivo acá hace ocho años, los vecinos empezaron a decir que es un tipo violento. Mi vecino de al lado se peleó con él. Hace un año y medio escuché que le pegaba al hijo y llamé a la policía. Entraron y salieron con un papel”, comentó.
“Es una persona violenta, empujó a la mujer, empujó el portón para poder pegarme a mí. Por suerte estaba ese chico que lo frenó, porque no me daba la fuerza para frenarlo”, remarcó, en relación al momento que vivió.
A continuación, habló sobre el comportamiento habitual del señor. “Él no habla con nadie, las primeras veces intenté saludarlo como al resto de los vecinos, pero él nunca saludó. Sale con la cabeza agachada. Nunca tuve ninguna charla de nada, es una persona mala onda”, detalló.
Por último, la joven expresó que, si bien el botón antipánico le da algo de seguridad, teme por posibles represalias: “Me da un poco de miedo, también por mi auto. Ya lo tiene fichado, ya sabe que está escrachadísimo. Me da miedo que aparezca mi auto rayado, yo ya tengo el botón antipánico y eso no me da tanto miedo”.